Desde que en 1981 aparecieron los primeros casos de VIH, los avances han sido muchos, pero hoy por hoy lo único que funciona contra la enfermedad son los antirretrovirales, según los expertos, para quienes el futuro inmediato de la investigación es simplificar los tratamientos y a largo plazo, hallar una vacuna basada en inmunoterapia.
Así lo han señalado varios investigadores expertos en VIH en la presentación de la cuarta jornada "HIBIC. Hitos en Investigación Básica y Clínica del VIH/SIDA" impulsada por Gilead, en la que más de 400 científicos discuten hoy y mañana los hitos más relevantes de 2017 en investigación básica, epidemiología y clínica de este virus.
Josep María Gatell, del Hospital Clínic de Barcelona, José Alcamí, del Instituto de Salud Carlos III de Madrid, y José Ramón Arribas, del Hospital Universitario de la Paz de Madrid, han coincidido en que, si bien hay vías de investigación con potencial, hoy en día una persona con VIH tiene que tomar antirretrovirales toda la vida.
Esto es lo único que garantiza que los pacientes tengan una esperanza de vida cercana a la de la población general.
Sin embargo, estos tratamientos son mejorables y ahí está centrada la investigación; Gatell ha explicado que el objetivo está en acortar los tiempos en los que una persona debe medicarse.
Ahora mismo, los pacientes con VIH tienen tomas diarias de una sola pastilla y el reto está en que la administración pueda ser cada mes, cada dos meses e incluso cada tres o seis meses, ha apuntado Gatell, para quien donde hay más avances es en la posibilidad de reducirlo a uno o dos meses -podría estar para mediados de 2019 y la dosis se podría administrar vía inyección o, incluso, por parches-.
"Esto puede ser un cambio de paradigma importante", ha resumido este investigador, quien ha recordado que en la actualidad las vacunas terapéuticas están en fase de investigación, no son rutina.
En este sentido, ha dicho que "algún día, en un futuro, podremos tener un candidato a vacuna terapéutica que permita interrumpir el tratamiento antirretroviral en todos o una parte de los pacientes; esto está por ver. Lo importante es que hay mucha investigación en el campo de este tipo de vacunas y España está bien posicionada".
Además, la comunidad científica está centrada en las vacunas preventivas: "están pasando cosas importantes en ese campo", ha afirmado Alcamí, quien ha detallado que ahora el abordaje para conseguir una de estas vacunas -aún incipientes- está en la inmunoterapia, que se basa en potenciar la capacidad del sistema de defensa del organismo para combatir y eliminar el virus del VIH.
En el cáncer esto está siendo ya una revolución -en 2011 se aprobó el primer fármaco oncológico basado en la activación del sistema inmune- y en el tratamiento del VIH también lo podría ser.
Esto aún es ciencia básica, pero en dos o tres años comenzará la primera fase de los ensayos clínicos en EEUU y Europa.
Las vacunas que existen, por ejemplo contra la poliomielitis, funcionan porque nuestro organismo, al ser vacunados, produce anticuerpos, sin embargo, en el VIH no se ha conseguido que estos anticuerpos bloqueen el virus, por eso en los últimos cinco años la ciencia se ha centrado en cómo diseñar anticuerpos que funcionen.
Para ello, en parte, se ha fijado en un número reducido de pacientes que sí tienen anticuerpos altamente activos, con el fin de replicarlos en el laboratorio y/o generar vacunas que los induzcan.
Estas son dos estrategias que ahora están en el epicentro de la investigación.
En cuanto a la posibilidad de generar estos anticuerpos altamente neutralizantes en un laboratorio, Arribas ha afirmado que se trata de una vía "potencialmente muy interesante", pero aún en fase de experimentación.
Hasta ahora ha fracasado, pero los científicos están buscando -en modelos animales y en fases primarias de ensayos clínicos- la combinación de anticuerpos capaz de mantener el virus indetectable.
El objetivo sería también que esta combinación se pudiera administrar cada seis meses o un año.
No obstante, sustituir a los antirretrovitales "es muy difícil, porque ahora tenemos una pastilla única muy bien tolerada, que mantiene a los pacientes fuera del hospital", ha señalado Arribas, quien ha apuntado que la inmunoterapia ha revolucionado el cáncer, pero en el caso del VIH, por el momento, solo tiene potencial.