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La imagen dió la vuelta al mundo hace dos semanas. En México, el corazón donado por un joven fallecido en accidente de tráfico cae al suelo cuando es trasladado desde Guanajuato hasta Ciudad de México. Ese órgano ha permitido ahora devolver una vida normal a la joven Erika Hernández de 28 años. La paciente salía muy sonriente del hospital La Raza con el alta médica, aunque sin saber los avatares del corazón que ha recibido.

La joven agradecía al donante y a su familia la donación. Erika nació con una anomalía cardíaca lo que le impedía llevar una vida normalizada. Se espera que sean los familiares los que le cuenten lo sucedido. El equipo médico, de momento, tampoco le ha contado nada a la paciente.

Una nube de periodistas esperaba a Erika en la puerta del hospital. Salía acompañada por otros dos pacientes trasplantados. En México, en 2011 se realizaron once trasplantes de corazón. En cuanto al trasplante de riñones hay una lista de espera de más de 8000 mil personas.