(Actualizado

La Dirección General de Tráfico (DGT) pone en marcha a partir de mañana y hasta el próximo 5 de mayo una campaña intensiva de vigilancia y control de motocicletas para reducir el número de fallecidos y heridos por accidentes en este tipo de vehículos.

En el marco de la campaña, los agentes de tráfico de la Guardia Civil y de las policías locales de los ayuntamientos que se adhieran a la campaña vigilarán que los usuarios de motos y ciclomotores conduzcan de modo responsable, según una nota de la DGT.

Los agentes controlarán los adelantamientos antirreglamentarios, el uso del casco, los excesos de velocidad, el consumo de alcohol o drogas, la documentación del vehículo y del conductor, la inspección técnica de vehículos o los elementos de protección.

Además de los controles a pie de carretera, los ciudadanos podrán escuchar varios mensajes en radio sobre el uso del casco, la convivencia en la vía entre motos y turismos, la formación de los motoristas o la equipación y seguridad de estos vehículos.

En una de las cuñas radiofónicas, se escuchará la voz de la directora general de Tráfico, María Seguí.

En España, el parque de motocicletas y ciclomotores supera los cinco millones, lo que supone el 16 por ciento del total del parque automovilístico del país y los vehículos más numerosos, después de los turismos.

Los siniestros de motos y ciclomotores segaron la vida de 422 personas en 2011, que representan el 20,5 por ciento del total de fallecidos en accidentes de tráfico, de acuerdo con los datos aportados por la DGT.

Un total de 27.884 personas resultaron heridas en 26.304 accidentes en 2011 con la implicación de, al menos, una moto o un ciclomotor.

El riesgo de morir en accidente de tráfico es diecisiete veces mayor en moto que en coche y el 95 por ciento de las víctimas mortales en accidentes de tráfico en los que está implicada una moto son los propios motoristas.

En ciudad, se producen dos de cada tres accidentes en moto, mientras que en carretera se registran tres de cada cuatro fallecidos.

El uso del casco marca la diferencia entre la vida y la muerte, ya que tres de cada cuatro motoristas fallecen a consecuencia de heridas en la cabeza, puntualiza la DGT.

Si el conductor o pasajero de la moto no lleva puesto el casco, el riesgo de sufrir una lesión cerebral se multiplica por tres, mientras que, con su uso, la probabilidad de salir ileso del siniestro aumenta en un 20 por ciento.

Los agentes inmovilizarán los vehículos de los motoristas que circulen sin casco hasta que los conductores vayan provistos de este dispositivo de seguridad.

Circular sin el casco es una infracción grave, sancionada con 200 euros y con la detracción de tres puntos al conductor.

Junto a las campañas de vigilancia, la DGT promueve cursos de conducción segura y elabora un perfil del motorista en función de su movilidad y su exposición al riesgo para poner en marcha nuevas medidas que contribuyan a reducir la accidentalidad de estos vehículos.

La Unión Europea ha dado un paso más para aumentar la seguridad de estos vehículos, al aprobar una norma por la cual a partir de 2016 las motos con prestaciones medias o altas deberán incluir en el equipamiento estándar un sistema antibloqueo de frenos (ABS).

En el caso de las motos de bajas prestaciones se requerirá un sistema de ABS o un sistema combinado de frenado.