La directora del Instituto Nacional de Toxicología en Sevilla, María Luisa Soria Sánchez, tacha de "imposible" que la tasa de 1,26 de gramos de alcohol por litro en sangre que arrojó la prueba de alcoholemia que le fue realizada al extorero José Ortega Cano se pueda deber a la ingesta de una copa de cava, en contra de la versión del acusado, que dijo que antes del accidente donde falleció Carlos Parra solo se "mojó" los labios con una copa de dicha bebida.
Durante su declaración este viernes en el juicio que se celebra en el Juzgado de lo Penal número 6 de Sevilla, la responsable de Toxicología ha considerado que el imputado tuvo que beber una cantidad "considerable" de alcohol para dar una tasa de 1,26 en la prueba que se le realizó a partir de la sangre que le fue extraída en Urgencias del Hospital Virgen Macarena, donde ingresó en estado grave una vez ocurrió el siniestro el 28 de mayo de 2011.
El fiscal ha señalado que, desde que tuvo lugar el accidente y hasta que le fue extraída la sangre posteriormente analizada transcurrieron casi tres horas, y en este punto la directora de Toxicología ha informado de que, por este motivo, el acusado "ya estaba en proceso de eliminación de alcohol" cuando se le extrajo dicha muestra, por lo que ha opinado que antes "la tasa era mayor" a la 1,26 arrojada. "Cada hora se va perdiendo 0,15", ha indicado.
LOS PERITOS DICEN QUE ORTEGA CANO BEBIÓ UNA "CONSIDERABLE" CANTIDAD DE ALCOHOL
Dos peritos de Toxicología han declarado hoy en el juicio contra José Ortega Cano por un accidente mortal que su tasa de alcoholemia de 1,26 gramos por litro de sangre, el triple de lo autorizado, se midió casi tres horas después del siniestro, por lo que debió consumir un cantidad "considerable" de alcohol.En la cuarta jornada del juicio, los dos peritos han dicho que, al extraerle sangre en el hospital, la concentración de alcohol estaba ya en proceso de eliminación, por lo que en el momento del accidente debió ser mucho más elevada.
El torero tuvo que beber una cantidad "considerable", han dicho las peritos, y han descartado que esa tasa fuese fruto de una sola copa de cava, pues el acusado solo reconoció que se mojó los labios con esta bebida.
Han aportado las tablas periciales según las cuales un hombre de las características del acusado arrojaría 0,47 gramos de alcohol por litro de sangre con tres copas de cava.También han considerado "imperceptible" la hipotética aportación a la muestra analizada por la desinfección con alcohol de la zona de extracción de sangre.
Hoy también ha declarado el director de Hematología del hospital Virgen Macarena de Sevilla, donde quedó ingresado Ortega Cano, quien ha asegurado que la sangre que se extrajo con fines terapéuticos, para las pruebas destinadas a las posteriores transfusiones, se guardó en un frigorífico al que sólo tiene acceso su personal.
Este médico ha asegurado que el tubo de ensayo "no se desprecintó en ningún momento".