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El impacto de la antigua Tierra y un cuerpo de tamaño planetario, conocido como Theia, se produjo 40 millones de años después del inicio de la formación del sistema solar. Esto significa que la etapa final de la formación de la Tierra es unos 60 millones de años anterior a lo que se pensaba.

Geoquímicos de la Universidad de Lorraine en Nancy, Francia, han presentado en la Conferencia de Geoquímica de Goldschmidt una señal isotópica que indica que las estimaciones de edad anteriores, tanto para la Tierra como para la Luna son subestimaciones.

Mirando hacia atrás en el "tiempo profundo" se hace más difícil poner una fecha de los primeros eventos de la Tierra. En parte, esto se debe a que hay poca "geología clásica" que date de la época de la formación de la Tierra. Así que los geoquímicos han tenido que recurrir a otros métodos para estimar los eventos tempranos de la Tierra. Uno de los métodos estándar es la medición de los cambios en las proporciones de los diferentes gases (isótopos) que sobreviven de la Tierra primitiva.

Guillaume Avicia y Bernard Marty analizaron gas xenón que se encuentra en el cuarzo de Sudáfrica y de Australia, que había sido datado en 3.400 y 2.700 millones años, respectivamente. El gas de sellado en este cuarzo se conserva como en una "cápsula del tiempo", permitiendo comparar las actuales relaciones isotópicas de xenón, con los que existieron hace miles de millones de años.

La recalibración de las técnicas de datación utilizando el gas antiguo les permitió refinar la estimación del momento en que la Tierra comenzó a formarse. Esto les ha permitido calcular que el impacto que formó la Luna es de unos 60 millones de años más antigua de lo que se había pensado.

Anteriormente, el tiempo de la formación de la atmósfera de la Tierra había sido estimado en unos 100 millones de años después de la formación del sistema solar. A medida que la atmósfera no habría sobrevivido al impacto que formó la Luna, esta revisión pone la edad hasta 40 millones de años después de la formación de nuestro sistema (por lo que es unos 60 millones de años más antiguo que se pensaba).

NO ES POSIBLE DAR UNA FECHA EXACTA

Según Guillaume Avicia: "No es posible dar una fecha exacta para la formación de la Tierra. Lo que hace este trabajo es demostrar que la Tierra es mayor de lo que pensábamos, alrededor de 60 millones de años.

"En la composición de los gases estamos viendo cambios según las condiciones que soportaron con ocasión de los eventos más importantes en la historia de la Tierra. El gas sellado en estas muestras de cuarzo ha llegado hasta nosotros en una especie de cápsula de tiempo. Estamos usando métodos estándar para calcular la edad de la Tierra, pero tener acceso a estas antiguas muestras nos da nuevos datos, y nos permite refinar la medición."

Las señales de gas xenón nos permiten calcular cuándo se estaba formando la atmósfera, que fue probablemente en la época en que la Tierra colisionó con un cuerpo de tamaño planetario, lo que lleva a la formación de la Luna. Nuestros resultados indican que tanto la Tierra como la Luna son más antiguos de lo que pensábamos".

Bernard Marty agregó "Esto puede parecer una diferencia pequeña, pero es importante. Estas diferencias establecen límites de tiempo sobre cómo evolucionaron los planetas, sobre todo a través de las grandes colisiones en tiempo profundo que formaron el sistema solar. "Las rocas más antiguas del sistema solar han sido datados en 4.568 millones de años, por lo que la Tierra es más joven que eso", explicó.