La escritora británica de novela negra Sophie Hannah revive otra vez al peculiar detective Hércules Poirot, creación de la venerada Agatha Christie, en su nueva novela "Ataúd Cerrado", que se publica hoy en España.
Avalada por el éxito de crítica cosechado en 2014 con "Los crímenes del monograma", cuando la familia de Christie le encargó rescatar al investigador belga 40 años después de su fallecimiento literario, Hannah plantea otro complejo caso, ambientado en una mansión campestre de County Cork (Irlanda).
En una entrevista con Efe en Londres, la autora de Manchester asegura que el proceso creativo para concebir esta nueva trama fue "muy similar" en ambos libros, pues "las dos novelas comenzaron con el final".
"Tuve una idea que me apasionaba y sabía cuál sería la solución al misterio", explicó la escritora, que planeó "minuciosamente" cada uno de los detalles del caso, cuya publicación coincide, además, con el centenario de la creación del personaje ficticio de Poirot.
Preguntada por la dificultad de mantenerse a la vez fiel al legado de la fallecida y venerada escritora y a sí misma, Hannah indicó que se propuso "no copiar" a Christie -"el estilo es como una huella dactilar"- aunque necesitó "tener todos los elementos que hacían que sus novelas fueran fantásticas".
La autora de thrillers psicológicos, cuyas novelas de suspense han sido publicadas en más de 20 países, ya incorporó un elemento diferenciador al inventarse a un nuevo personaje, un joven detective de Scotland Yard, Edward Catchpool, con quien Poirot hace buenas migas y que vuelve a ayudar al concienzudo policía a interpretar cada pista.
Hannah, para quien al gremio de escritores es una "estirpe neurótica", construyó uno de los personajes, Lady Athelinda Playford, escritora de novelas detectivescas infantiles, basándose "en el curriculum vitae de (la autora) Enid Blyton", pero con particularidades inspiradas en su propia personalidad.
"Definitivamente no me basé en Agatha Christie y, si se parece a alguien, sería a mí misma, pues salta con cosas inesperadas y yo normalmente tengo ideas o planes fantásticos que todo el mundo encuentra extraños", explicó Hannah, que se autodefine como "una persona bastante optimista".
Ambientada en la Irlanda de 1929, la nueva narración arranca cuando la citada Lady Playford invita a un pequeño y variopinto grupo de personas a pasar una semana en su residencia de campo de Lillieoak.
Además de su hijo Harry y su hija Claudia, y las respectivas parejas de ambos, también han sido citados su secretario personal y la enfermera de éste, dos abogados, el sagaz Poirot y Edward Catchpool. "Athie" -el diminutivo con el que la conocen sus allegados- anuncia que los herederos de su fortuna no serán, como estaba previsto, sus hijos sino Joseph, su secretario, que sufre una enfermedad terminal y a quien la noticia toma por sorpresa.
Ante el estupor de los invitados, que no dejan de preguntarse por qué su anfitriona ha decidido legar su millonaria fortuna a alguien ajeno a la familia que, además, sufre una enfermedad mortal, uno de los invitados es asesinado, al más puro estilo Agatha Christie.
En ese libro, Poirot, con su "cabeza ahuevada, sus zapatos diminutos y su inconfundible bigote", como lo describe Catchpool en uno de los capítulos, "es cada vez más mentor" del policía de Scotland Yard, al tiempo que éste "va cada vez ganando en confianza y se siente más capaz de resolver situaciones por sí mismo".
En cuanto a si Hannah continuará escribiendo historias de Poirot en el futuro, el bisnieto de Christie, James Prichard, reveló hoy a Efe que no se descarta pero que se trata, por el momento, de un proyecto que acometen "paso a paso".