Una manada de toros divida en dos grupos ha propiciado un vistoso sexto encierro en Pamplona, que, según los primeros datos, se ha saldado sin heridos por asta de toro a pesar de los numerosos corredores que han participado.
Los toros, de la ganadería de Conde de la Maza, han salido unidos de los corrales pero ya a la altura de la imagen de San Fermín, en la cuesta de santo Domingo, han comenzado a estirarse para, progresivamente, quedar divididos en dos grupos.
La carrera, que ha durado dos minutos y veintiséis segundos, ha ofrecido bonitos momentos, con los mozos corriendo ante las astas y entre los dos grupos de toros.
La manada ha salido puntual a las 8.00 horas de los corrales de Santo Domingo, unida y encabezada por los mansos, este año muy veloces, lo que ha propiciado que a los pocos metros comenzara a estirarse y quedara cerrada por uno de los toros, mientras que otro de ellos tomaba ya la cabeza.
De forma limpia y noble, características que han marcado también el resto del encierro, han avanzado por este primer tramo, en el que uno de los astados ha mirado repetidas veces hacia su derecha, aunque sin alcanzar a ningún corredor.
Ya en la plaza del Ayuntamiento la manada se ha dividido definitivamente en dos, con un primer grupo compuesto por dos cabestros y tres toros, y el segundo con el resto de los bureles y mansos.
En la calle de Mercaderes, a cuya entrada un mozo imprudente ha tocado a uno de los bravos, que afortunadamente no le ha prestado atención, los del Conde de la Maza han continuado a buena velocidad y mantenido su limpia carrera.
Ambos grupos han tomado, bien guiados por los mansos, la curva de entrada a Estafeta, si bien uno de los toros ha perdido las manos aunque sin llegar a caer al suelo.
De esta misma manera han avanzado veloces por la mítica calle Estafeta, donde pese a que algunos de los corredores intentaban tocar a los toros, la limpieza ha sido la tónica en las carreras, algunas de ellas interrumpidas por las caídas.
Ya en Telefónica, el primero de los grupos ha enfilado el tramo muy estirado, mientras que el segundo ha avanzado compacto, aunque muy pegado a la parte derecha del vallado, que incluso uno de ellos ha llegado a barrer.
La entrada de la plaza, pese a la caída de dos mozos en la cara de uno de los toros, sin consecuencias, ha sido también ordenada y la manada ha entrado sin problemas en chiqueros, aunque con una diferencia entre ambos grupos de unos 20 segundos.
Al término de la carrera, en las primeras informaciones del Servicio de Urgencias del Complejo Hospitalario de Navarra, sólo se ha recogido el traslado de un corredor con traumatismo en un brazo.