La Justicia rusa ordenaba esta semana suspender la orden de deportación dictada contra el reportero del periódico opositor ruso "Nóvaya Gazeta", el uzbeko Ali Feruz, al acatar la orden del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).
"Suspender la ejecución de la orden (sobre la deportación del periodista) en virtud de la decisión del TEDH", dice el fallo del tribunal ruso.
Hasta la vista del caso en Estrasburgo, el reportero permanecerá en un centro de internamiento para ciudadanos extranjeros, según se desprende de la resolución judicial.
Feruz intentó quitarse la vida la semana pasada para evitar la deportación a su natal Uzbekistán, adonde el periodista no quiere regresar ante el temor a ser perseguido y torturado por su condición de homosexual.
Según fuentes policiales, el reportero "estaba dispuesto a tomar medidas extremas para evitar el retorno a su patria" y, por esta misma razón, también "evitaba ir a la embajada de Uzbekistán para renovar el pasaporte que supuestamente había perdido".
Según "Nóvaya Gazeta", Feruz fue perseguido y sometido a torturas en su país de procedencia por ser homosexual, "condición que se castiga con cárcel en Uzbekistán".
La Justicia de Rusia halló a Feruz culpable de residir ilegalmente en territorio de este país desde 2011.
El reportero no reconoce su culpa y defiende que llevaba tres años realizando los trámites pertinentes para legalizar su estancia.
El director de "Nóvaya Gazeta", Dmitri Murátov, reveló con anterioridad que varios países europeos se ofrecieron para conceder refugio a Feruz ante su posible deportación de Rusia por infracción de las normas migratorias.
Murátov también denunció que su empleado fue agredido "con electrochoque" por los guardias rusos que le escoltaron del tribunal al centro de internamiento para extranjeros.
"Como consecuencia de estas palizas, Feruz tiene dolores agudos en el corazón", dijo Murátov, citado por medios rusos.