La Policía Nacional está registrando una vivienda en Pontevedra en relación con el caso de Sonia Iglesias, desaparecida en la ciudad en agosto de 2010. Desde primera hora de la mañana, un amplio dispositivo policial acudió al lugar para rastrear la propiedad, con la presencia de la expareja de la mujer, situada en las inmediaciones del cementerio de San Mauro, y que es propiedad de la familia de este hombre.
A primera hora agentes policiales han acordonado la zona e integrantes de la Policía Científica se encuentran en el interior del domicilio. Fuentes de la investigación han confirmado a Efe que en el interior de la casa se encuentra el que en su día fue el único investigado por la desaparición de la mujer, su expareja. El hombre, según confirman fuentes de la investigación, no está detenido de momento, sino que asiste por su relación con la propiedad del terreno.
En el registro se está empleando un georradar en la finca trasera del inmueble y al lugar han llegado un laboratorio móvil de la científica y más agentes. El inmueble está situado en una de las salidas de Pontevedra hacia la zona rural, cerca del cementerio de la ciudad.
El rastro de Sonia Iglesias, una mujer de 38 años en el momento de la desaparición, se perdió un día de agosto de 2010 después de que la mujer acudiera a una zapatería de la ciudad y ya no acudiera a su puesto de trabajo como dependienta de un establecimiento comercial del centro de Pontevedra.
Su expareja y padre de su hijo llegó a declarar como investigado por esta desaparición, pero finalmente la justicia retiró la imputación y archivó el caso en abril de 2015 por falta de pruebas.
El pasado mes de agosto de 2017 se cumplieron siete años de la desaparición de Sonia Iglesias, de la que se perdió la pista el 18 de agosto de 2010. En el marco de esta causa fue investigado la expareja de Sonia Iglesias Julio Araújo, pero la Audiencia de Pontevedra acordó el archivo provisional de la causa pese a los recursos presentados por la familia y la Fiscalía.
La familia de Sonia siempre ha mantenido sus sospechas sobre la expareja. Cada año, desde la desaparición, un concentración multitudinaria recorre Pontevedra durante el mes de agosto para exigir que se aclare el caso.