Un equipo internacional de ecologistas y científicos sociales ha demostrado en un nuevo estudio que se publica en la revista 'Science' que especies arbóreas domesticadas y distribuidas por toda la cuenca amazónica por los pueblos indígenas antes de 1492 siguen desempeñando un papel importante en los bosques modernos. Estos nuevos hallazgos refutan fuertemente la idea de que los bosques amazónicos han estado en gran medida intactos por los seres humanos.
El estudio fue dirigido por Carolina Levis, candidata a doctorado en el Instituto Nacional de Investigación Amazónica de Brasil (INPA, por sus siglas en inglés) y la Universidad de Wageningen y el Centro de Investigación en los Países Bajos. "Durante muchos años, los estudios ecológicos ignoraron la influencia de los pueblos precolombinos en los bosques que vemos hoy. Encontramos que una cuarta parte de las especies domesticadas de la Amazonia está ampliamente distribuida en la cuenca y domina grandes extensiones forestales. La flora amazónica es en parte una herencia superviviente de sus habitantes pasados", dice Levis.
El equipo realizó el descubrimiento mediante la superposición de datos de más de mil encuestas forestales de la Red de Diversidad de Arboles del Amazonas en un mapa de más de 3.000 sitios arqueológicos a través del Amazonas. Al comparar la composición de los bosques a diferentes distancias de los sitios arqueológicos, su análisis generó una imagen sobre cómo influyeron los pueblos precolombinos en la biodiversidad amazónica.
85 ESPECIES DOMESTICADAS POR PUEBLOS PRECOLOMBINOS
El estudio se centró en 85 especies de árboles que se sabe que han sido domesticadas por los pueblos amazónicos para su alimentación, refugio u otros usos durante los últimos miles de años. Los investigadores vieron que a lo largo de la cuenca del Amazonas estas especies eran cinco veces más propensas a ser comunes en las prospecciones de árboles que las especies no domesticadas y que las especies domesticadas eran más comunes y más diversas en los bosques más cercanos a los sitios arqueológicos. Estos 85 árboles domesticados incluyen especies comerciales bien conocidas, como cacao, asaí y nuez de Brasil.
"El hallazgo promete avivar un largo debate entre los científicos acerca de cómo miles de años de ocupación humana en la cuenca del Amazonas han influido en los patrones modernos de la biodiversidad amazónica y desafía la visión que muchos de los ecólogos tuvimos y aún tenemos de esta enorme área", dice Hans ter Steege, del 'Naturalis Biodiversity Center' y coordinador de la 'Amazon Tree Diversity Network'. El inmenso tamaño de los bosques amazónicos ha obstaculizado históricamente la investigación arqueológica y dado la impresión de un paisaje virgen, pero en los últimos años se han descubierto una gran cantidad de nuevos yacimientos arqueológicos.
"Esto descansa el antiguo mito del 'Amazonas vacío", dice el coautor del estudio Charles Clement, investigador principal del INPA, en Manaos, Brasil. "Los primeros naturalistas europeos hablaron de poblaciones indígenas dispersas que vivían en bosques enormes y aparentemente vírgenes, y esa idea ha seguido fascinando a los medios de comunicación, a los diseñadores de políticas, a los planificadores del desarrollo e, incluso, a algunos científicos. Este estudio confirma que incluso áreas del Amazonas que parecen vacías hoy están llenas de antiguas huellas", añade.
DIVERGENCIAS ENTRE REGIONES
El estudio también señaló las regiones de la Amazonía que hoy concentran especialmente altas diversidades y grandes poblaciones de especies domesticadas. Un ejemplo de ello es la Amazonía Suroeste, donde grandes parques de árboles de nueces de Brasil siguen siendo una base de los medios de subsistencia de los residentes locales. En otras regiones, como el Escudo Guayanés, las especies domesticadas están peor representadas, y la relación entre especies domesticadas y sitios arqueológicos está menos clara, destacando la necesidad de más investigación sobre la historia de la ocupación amazónica.
También queda por estudiar el grado en que la historia reciente del asentamiento amazónico ha afectado a la distribución y abundancia de especies domesticadas en la cuenca del Amazonas. Aunque el número relativamente pequeño de especies de árboles domesticados utilizadas en el estudio fue suficiente para revelar una fuerte señal humana en los bosques modernos, los autores señalan que la huella puede ser aún más fuerte de lo documentado, ya que cientos de otras especies de árboles amazónicos también fueron gestionadas por pueblos precolombinos, pero no domesticadas.
El equipo seguirá trabajando para desentrañar la compleja interacción de factores históricos, ambientales y ecológicos que estructuran aproximadamente 16.000 especies de árboles amazónicos. La cuestión es acuciante, ya que ambos tipos de herencia precolombina --sitios arqueológicos y bosques con un fuerte componente histórico-- están en riesgo por deforestación, degradación, construcción de caminos, minería y otras amenazas, según estos expertos. "Las especies de árboles domesticados siguen siendo vitales hoy en día para el sustento de los pueblos amazónicos", advierte el coautor André Junqueira, de la Universidad de Wageningen y Centro de Investigación.
"Los resultados de este estudio tienen importantes implicaciones para la conservación. Hemos demostrado que las regiones del suroeste y del este concentran las especies más domesticadas, y éstas son las regiones donde se está produciendo la mayor parte de la degradación y pérdida de bosques. El Suroeste y el Este de la Amazonia pueden no ser considerados puntos calientes clásicos de la biodiversidad, pero deben ser las principales prioridades de conservación como reservorios de bosques de alto valor para las poblaciones humanas", concluye la también investigadora de este estudio Flávia Costa, del INPA.