El presunto autor del acuchillamiento de una mujer en Vigo, con la que mantuvo una relación sentimental, ha sido enviado a prisión provisional, comunicada y sin fianza, tras haber intentado autolesionarse esta mañana con un tenedor de plástico.
El Tribunal Superior de Justicia de Galicia ha informado hoy de que a este hombre se le imputa un delito de homicidio en grado de tentativa y sobre él pesan el alejamiento y la prohibición de comunicarse con la víctima durante la instrucción de esta causa.
Al supuesto autor de estos hechos, de 40 años, que ha estado prestando este martes su testimonio durante dos horas, se le ha visto sollozando a su llegada a los juzgados vigueses, y también se ha podido apreciar cómo ha entrado y salido del edificio en silla de ruedas, con una bata sanitaria y portando una venda en su muñeca izquierda.
El detenido ha sido sometido durante esta misma jornada a una exploración psicológica en el hospital Meixoeiro, al que se le condujo después de intentar lesionarse en las muñecas con un tenedor de plástico, acción que perpetró en la comisaría de Policía donde permanecía desde su detención el pasado domingo, a la espera de pasar a disposición judicial. El intento se produjo esta mañana cuando le sirvieron el desayuno en los calabozos de la comisaría de Vigo.
El sospechoso de la agresión sobre su otrora pareja se negó a declarar ayer en dependencias policiales y al poco de ser detenido en su domicilio se desligó de los hechos.
La investigación policial da prácticamente por sentado que tras la agresión, que se produjo a primera hora de la mañana del domingo en el rellano del sótano del edificio donde reside la víctima, el supuesto responsable de la misma la condujo en el coche de aquella hasta las inmediaciones del hospital.
Se basa en la declaración de una testigo y en la presencia de abundantes restos de sangre en el asiento de copiloto del vehículo, que fue localizado en las proximidades del hospital.
La víctima recorrió por sus propios medios unos 30 metros, hasta la entrada de urgencias, aún con la hoja de un cuchillo de cocina clavada en el cuello, y a pesar de las circunstancias pudo revelar a la médico que la atendió que había sido su expareja quien la había atacado.
También presentaba cortes en manos y brazos, síntoma de que se defendió y de que trató de repeler la agresión.
La mujer permanece ingresada en la UCI del hospital Povisa estable dentro de la gravedad. Los dos son trabajadores de esta clínica, en el caso de ella auxiliar de enfermería y en el de él, celador.