Un gesto tan sencillo como echar gasolina se vuelve, a veces, realmente complicado. Concretamente, para cerca de un millón y medio de personas con discapacidad para quienes, muchas veces, no está garantizada la accesibilidad a las gasolineras. Es el caso de Ramón.
Acompañamos a Ramón a repostar con su coche. Aquí, en algunas gasolineras, la autonomía que ofrece el vehículo a una persona con discapacidad, se complica.
Un informe del Comité de Personas con Discapacidad alerta sobre dos modelos de negocio que proliferan.
Gasolineras autoservicio con poco personal en caja sin obligación a servir combustible y estaciones denominadas desatendidas.
Hacer un viajes vacacional se convierte en una aventura estresante. La solución pasa por regular el servicio.
Y es que el informe dice que no es más barato el combustible en estaciones sin personal, pese a lo que argumenta el sector.