El Papa ha presidido en la Basílica de San Juan de Letrán la Misa de la cena del Señor con la cual ha dado inicio al triduo pascual y ha resaltado que el camino hacia la libertad es "cumplir la voluntad de Dios".
Durante la ceremonia, el pontífice ha lavado los pies a 12 sacerdotes de la diócesis de Roma y ha subrayado que "Jesús ha deshecho la falsa contradicción entre obediencia y libertad, y abierto el camino hacia la libertad".
Benedicto XVI ha resaltado que el Jueves Santo además de ser el día de la "Institución de la Santa Eucaristía" que irradia todos los eventos, también forman parte "la noche oscura del monte de los olivos" en la cual Jesús sufre "la soledad y el abandono", así como "la traición de Judas y el arresto, la negación de Pedro, la acusación ante el Sanedrín y la entrega a los paganos, a Pilato".
En este sentido, a lo largo de su predicación, ha reflexionado en esos eventos "porque en ellos se lleva a cabo el misterio de nuestra Redención". Jesús mismo que es "la luz y la verdad, la comunicación, la pureza y la bondad" entra en la noche, símbolo de la muerte, "para superarla e inaugurar el nuevo día de Dios en la historia de la humanidad".
Durante el camino al monte de los olivos, Jesús "ha cantado con sus discípulos los Salmos de la liberación y de la redención de Israel, que recuerdan la primera Pascua en Egipto, la noche de la liberación" y es acompañado por Pedro, Santiago y Juan que son "los tres que habían tenido la experiencia de su Transfiguración".
El Papa ha resaltado que "el elemento más característico de la imagen de Jesús en los evangelios" es "su relación con Dios" ya que "El está siempre en comunión con Dios" y ha invitado a aprender la confianza de la oración de Jesús en el monte de los olivos.
Asimismo, Benedicto XVI ha subrayado la actitud de Jesús al rezar y ha explicado que "los cristianos con su arrodillarse, se ponen en comunión con la oración de Jesús en el monte de los Olivos. En la amenaza del poder del mal, ellos, en cuanto arrodillados, están de pie ante el mundo, pero, en cuanto hijos, están de rodillas ante el Padre".
"Cuando el hombre se pone contra Dios -ha agregado el Papa- se pone contra la propia verdad y, por tanto, no llega a ser libre, sino alienado de sí mismo. Unicamente somos libres si estamos en nuestra verdad, si estamos unidos a Dios. Entonces nos hacemos verdaderamente como Dios, no oponiéndonos a Dios, no desentendiéndonos de él o negándolo", ha concluido.
Al momento de la presentación de las ofertas, el pontífice ha recibido una donación para la asistencia humanitaria a los prófugos de Siria. Al finalizar la Misa se ha llevado a cabo la procesión con el Santísimo al altar de la capilla de San Francisco de la catedral de la cual él es el obispo de Roma.