El Papa ha pedido hablar con "franqueza" durante su intervención en la apertura del Sínodo, aunque también ha precisado que el Sínodo no es "un parlamento donde negociar" ante los 270 padres sinodales con derecho a voto y los expertos y auditores que se reúnen desde este lunes 5 de octubre en el Vaticano para debatir sobre la vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo. "No es un parlamento donde para llegar al consenso se tenga que hacer un acuerdo común, donde se negocie, donde se alcancen pactos o compromisos. El único método es el de abrirse al Espíritu Santo", ha subrayado el Pontífice en el inicio de los trabajos de la XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de obispos sobre la Familia.