Benedicto XVI se ha despedido este domingo de su tierra natal en el aeropuerto de Lahr de Friburgo y ha animado a la Iglesia alemana a continuar "con fuerza y confianza el camino de la fe" para volver "a las raíces", tras concluir su tercer viaje a Alemania. El Papa ha recordado también el discurso pronunciado el jueves ante el Parlamento alemán durante el que expuso "algunas reflexiones sobre los fundamentos intelectuales del Estado" y ha destacado que el ecumenismo "ha sido uno de los puntos centrales del viaje" por sus encuentros con los ortodoxos, judíos y musulmanes celebrados durante estos días.
En particular, el Pontífice ha recordado la celebración ecuménica celebrada el viernes con los representantes de la comunidad evangélica de Alemania. No obstante, Benedicto XVI ha subrayado que esta visita "estaba dirigida en manera especial a los cristianos de Berlín, Erfurt, Eichsfeld y Friburgo" y ha destacado su "alegría" de rezar "juntos" particularmente "en las zonas del país donde por decenios se ha intentado eliminar la religión de la vida de las gentes".
RECUERDO DE LA JMJ
Además, el Papa ha subrayado que también le ha "alegrado mucho" la vigilia celebrada este sábado con los jóvenes alemanes, después de la "impresionante" Jornada Mundial de la Juventud de Madrid, que tuvo lugar en el mes de agosto en la capital española. El Pontífice ha destacado que "donde Dios está presente, allí hay esperanza y allí se abren nuevas prospectivas" y ha instado a los cristianos a difundir "rayos de luz" en la sociedad "pluralista"
Tras reunirse con el Presidente de la República Federal Alemana, Christian Wulff, el Papa ha agradecido a las autoridades su "hospitalidad" y ha destacado la "cordial y entusiasta" acogida de los ciudadanos de Berlín. Por su parte, Wulff ha agradecido al Papa su visita y ha invitado al Pontífice a realizar otra visita "tal vez en privado". Finalmente, el Papa ha saludado a varios niños y posteriormente ha abandonado en torno a las 19, 30 horas Alemania en dirección a Roma.