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El Papa dijo hoy que la Iglesia, que es madre y maestra, llama a todos sus miembros a renovarse y a renegar del orgullo y del egoísmo y vivir en el amor.

Benedicto XVI hizo estas manifestaciones ante varias decenas de miles de personas que asisten en la plaza de San Pedro del Vaticano al rezo del ángelus dominical, el penúltimo que oficia antes de dejar de ser papa el 28 de febrero.

El Obispo de Roma también ha exhortado a los fieles a no instrumentalizar a Dios para sus propios beneficios, "dando más importancia al éxito y a los bienes materiales" que a El.

Benedicto XVI "suplicó" hoy a los fieles que recen por él y por el próximo papa.

"Agradezco de corazón a todos su oración y afecto en estos días. Os suplico que continuéis rezando por mí y por el próximo Papa, así como por los Ejercicios espirituales, que empezaré esta tarde junto a los miembros de la Curia Romana", afirmó.

El Pontífice hizo votos para que en este tiempo de Cuaresma la "contemplación de la pasión, muerte y resurrección de Cristo nos ayude a seguirlo más de cerca".

"Llenos de fe y esperanza, encomendemos la Iglesia a la maternal protección de María Santísima", añadió, hablando en español.

Benedicto XVI fue acogido hoy con una fuerte ovación por decenas de miles de fieles cuando se asomó a la ventana de su apartamento en la plaza de San Pedro para el rezo del ángelus, el penúltimo que oficiará antes de dejar de ser papa el 28 de febrero.

El Papa, que presentaba buen aspecto, respondió con una sonrisa y los brazos extendidos, tras lo cual comenzó a leer el texto previo al rezo del mediodía.

Al ángelus asiste el ayuntamiento de Roma, con su alcalde, Gianni Alemanno, a la cabeza y con el estandarte de la Ciudad Eterna, de la que Benedicto XVI es obispo.

Fuentes del ayuntamiento de Roma estima en cerca de cien mil personas las que asisten al ángelus