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Los soles hermanos -como los del doble crepúsculo que Luke Skywalker contempla en Star Wars- con planetas alrededor pueden ser comunes y astrónomos presentan nuevas ideas para encontrarlos.

Esto sería factible, midiendo con gran precisión cómo las estrellas binarias se mueven alrededor entre sí, en busca de posibles perturbaciones ejercidas por exoplanetas. Es la recomendación de un estudio publicado en Proceedings por Diego J. Muñoz, investigador postdoctoral de la Universidad de Cornell, y el profesor de Astronomía Dong Lai.

Los soles gemelos de la ficción han pasado a ser una realidad tangible para la astronomía en los últimos 40 años. Los soles binarios normales se órbitan entre sí cada 8 a 100 días, y el telescopio Kepler puede detectar fácilmente sus exoplanetas cuando transitan por delante de cada sol.

Los problemas comienzan en los sistemas solares binarios compactos - donde soles hermanos se mueven más cerca - por lo que resulta difícil encontrarlos para los telescopios más avanzados.

En esencia, para Kepler y los demás telescopios, el plano de la órbita planetaria de estos soles gemelos apretados y sus planetas acompañantes podría haberse descontrolado hasta resultar invisible para nosotros. "La estrategia observacional actual inevitablemente pierde una población de planetas Tatooine, y observaciones futuras pueden revelar su existencia", dijo Muñoz.

El telescopio Kepler de la NASA describe una órbita alrededor del sol que monitorizó el brillo de una estrella (Kepler 16) en una región de la Vía Láctea cerca de la constelación Cygnus, el cisne. Midiendo los fotones, Kepler detecta los valores más bajos de luz -y por lo tanto-, un tránsito planetario. Allí se descubrió en 2011 Kepler16b, un mundo inhabitable pero, eso sí, con doble crepúsculo

Muñoz explica que los soles en sistemas binarios apretados es probable que fuesen sistemas estándar que han encogido y perdido energía, atrayendo sus soles más cerca. Como la distancia entre ellos disminuye, las órbitas de los planetas de ese sistema se desalinea, lo que hace imposible que el telescopio Kepler pueda detectar planetas, ya que no curzan frente a sus soles.

Muñoz y Lai sugieren buscar perturbaciones causadas por exoplanetas en estos sistemas compactos de estrellas binarias, para determinar una nueva población de planetas circumbinarios. "Dado que este tipo de binario compacto es muy común, sería muy desconcertante que no se hayan detectado planetas".