Con septiembre, pasa como con los meses de enero, empieza un nuevo ciclo, y muchos son los que se marcan objetivos. Por eso esta es la época en la que se lanzan numerosos coleccionables, o que se lanzan ofertas para enganchar a quienes quieren iniciarse en alguna actividad, o se quieren poner en forma tras los excesos del verano.
De este curso no pasa. Llega septiembre y llegan los propósitos: Adelgazar, hacer deporte, aprender idiomas. Es el mes que esperan durante todo el año las academias.
Ilusión que a media que pasan los días. Se va diluyendo hasta llegar a convertirse en un ¿por qué me apunté? Para evitar esta situación, los expertos hablan de propósitos compatibles con nuestro día a día.
Aunque ya los hay que a principios de septiembre son realistas. Y seguido del propósito, amplian el plazo para empezarlo. Y ya puestos, no hay que estresarse. Tras noviembre y diciembre, llega enero y volvemos a la casilla de salida.