Dos mujeres marroquíes han muerto hoy a consecuencia de una avalancha registrada en el lado marroquí de la frontera con Ceuta, el enésimo incidente de este tipo registrado entre las mujeres que viven del pequeño contrabando entre la ciudad española y Marruecos.
Las autoridades locales de Tetuán informaron de que las dos mujeres fallecieron "como consecuencia de una avalancha" humana en el paso fronterizo que Marruecos llama Bab Sebta (la puerta de Ceuta) y que da acceso al polígono del Tarajal, según recoge la agencia MAP. El director del Observatorio del Norte de Derechos Humanos, Mohamed Benaísa, explicó, por su parte, a Efe que las porteadoras son dos mujeres que responden a los nombres de Suad Zniter e Ilham Bencherif, residentes en Castillejos (ciudad pegada a la frontera con Ceuta) y que tenían alrededor de 40 años.
Un periodista local destacado hoy en la zona e identificado como Ahmed Buyuzán señaló que Ilham deja tres hijos huérfanos y que ambas eran originarias de otras regiones del interior del país.
Según Benaísa, las dos mujeres resultaron heridas al ser pisoteadas por una multitud de compañeras que se agolpaban frente al paso fronterizo en torno a las 6.00 horas (locales y GMT) y fueron trasladadas de inmediato al Hospital Hasán II de Castillejos (Fnideq, en árabe).
Fuentes del hospital precisaron que ingresaron ya cadáveres, por lo que decretaron su traslado al Hospital de Tetuán, mejor equipado, presumiblemente para practicarles una autopsia, y desmintieron por otro lado que haya habido más heridas. Benaísa precisó que el tumulto se originó cuando la multitud se agolpaba a la espera de recoger los tiquets que cada mañana reparte la policía española a los porteadores que entran en la ciudad en número limitado para ejercer las labores de "matuteo" o pequeño contrabando que cargan a sus espaldas en fardos de más de 50 kilos de peso.
El reparto de tiquets para ordenar el acceso al paso del Tarajal fue una de las medidas instauradas el pasado año, uno de los más trágicos en la frontera, ya que se registraron tres casos de avalanchas mortales en marzo, abril y agosto, con la muerte de cuatro mujeres en circunstancias parecidas a las de hoy. Desde el pasado mayo, las autoridades españolas en Ceuta redujeron a 4.000 el número de personas que cada día entran en la ciudad desde el lado marroquí para el "matuteo", y que acceden entre las 6.00 y las 8.00 horas (locales y GMT) por una entrada diferenciada a las de aquellas personas que ingresan a Ceuta para ejercer trabajos remunerados, principalmente empleadas del hogar.
Asimismo, las autoridades marroquíes decidieron separar a hombres y mujeres para proteger la integridad de estas últimas, que entran en la ciudad los lunes y miércoles, mientras que los martes y jueves son para los hombres y el resto de días (viernes por ser día de oración musulmana más el fin de semana) no se aplica la misma regla. Sin embargo, todas estas medidas no han evitado las aglomeraciones, sino que por el contrario han hecho que las colas se formen prácticamente desde la medianoche o incluso antes para lograr uno de los ansiados tiquets, y el acceso a Ceuta desde Marruecos está en los últimos meses prácticamente colapsado a todas las horas del día y la noche.
El pasado septiembre, y tras la muerte de otras dos porteadoras, pisoteadas por una multitud de compañeras suyas que se apiñaban en la frontera, el ministro portavoz del Gobierno marroquí, Mustafa Jalfi, anunció que habría medidas "drásticas y tangibles" en la frontera para evitar que se repitieran esos hechos, pero nunca se dieron a conocer. También la Fiscalía General ordenó en marzo una investigación sobre otro suceso similar en el mismo punto fronterizo (que causó la muerte de otra porteadora), pero tampoco entonces se hicieron públicos sus resultados.
La avalancha registrada esta madrugada se produjo además en una noche de especial tensión en la frontera, después de que a las 20.30 horas (local y GMT) se registrara un intento de asalto a la valla por un grupo de 200 subsaharianos, que fue repelido por la policía marroquí.