Casi una treintena de hombres, entre modelos y asistentes, declararon haber sido objeto de acoso sexual y abuso de poder por parte de los reputados fotógrafos de moda Bruce Weber y Mario Testino en una exclusiva publicada por The New York Times.
Son 15 los modelos en activo o retirados que acusaron al estadounidense Weber, de 71 años, de "desnudez innecesaria y comportamiento sexual coercitivo".
En el caso del peruano Testino, de 63 años, 13 asistentes y modelos alegaron acercamientos sexuales en incidentes desde mediados de los 90 que incluían manoseos y masturbaciones.
Gene Kogan, que trabajó como agente para una agencia de modelos entre 1996 y 2002, declaró al diario que era una práctica común avisar a los modelos sobre la reputación de algún fotógrafo, pero si rechazaban trabajos con Bruce y Weber ya podían "hacer las maletas e ir a trabajar a otro sector".
Testino, que ha retratado a celebridades y miembros de la realeza británica, fue objeto de quejas por su comportamiento en campañas para Gucci en los años 90 por parte de dos modelos.
Jason Fedele, que apareció en esas campañas, señaló que "si querías trabajar con Mario tenías que hacer una sesión desnudo en el Chateau Marmont", y que parecía calibrar qué "movimientos" podrían funcionar en el ámbito sexual.
El sucesor de Fedele, Ryan Locke, calificó a Testino de "depredador sexual", y recordó que en una sesión de fotos en la cama Testino echó al personal de la sala, cerró la puerta y se subió encima de él, tras lo cual Locke dice que se zafó y salió de la habitación.
El diseñador Tom Ford, que entonces trabajaba para Gucci, declaró al diario que no estaba presente en ese incidente y que se solidarizaba con las víctimas de acoso, pero matizó que si un fotógrafo necesita una toma de un modelo en la cama hay "pocos ángulos" desde donde hacerla.
No obstante, exasistentes del fotógrafo aseguraron al NYT que éste seguía un patrón que consistía en contratar a hombres jóvenes y habitualmente heterosexuales a los que sometía a acercamientos cada vez más agresivos.
"El acoso sexual era una realidad constante", dijo Roman Barrett, exasistente de Testino, quien acusó al fotógrafo de tener conductas inapropiadas en habitaciones de hotel, en los asientos traseros de los coches y en vuelos en primera clase.
En cuanto a Weber, modelos dijeron al diario que invitaba a profesionales jóvenes a su hotel y les hacía realizar "ejercicios de respiración" en los que les pasaba las manos por todo el cuerpo.
Uno de ellos, Robyn Sinclair, señaló que aunque no hubo sexo entre Weber y él, "muchas cosas ocurrieron", entre ellas tocamientos y abusos sexuales, según los cuales él le metió los dedos en la boca y le "agarró sus partes privadas".
Weber, junto a un agente y una productora, fue demandado en diciembre en la corte suprema de Nueva York por Jason Boyce, un modelo que le acusa de haberlo "manoseado y besado".
Su abogada, Lisa Bloom, que representó al productor Harvey Weinstein durante sus primeras acusaciones de acoso, mencionó en el anuncio de la demanda que un modelo compañero de piso de Boyce, Mark Ricketson, acusaba a Weber de haberlo conducido a un ejercicio "inapropiado" en 2005, cuando tenía 18 años.
Representantes de ambos fotógrafos dijeron que estaban consternados y sorprendidos por las acusaciones.
En un comunicado al diario, Weber aseguró que ha usado los ejercicios de respiración y fotografiado a miles de modelos desnudos pero "nunca" tocó a nadie "inapropiadamente".
Por su parte, la firma legal que representa a Testino discutió la credibilidad de las personas que se quejaron de acoso y aseguró que varios exempleados con los que hablaron estaban "asombrados" y "no podían confirmar ninguna de esas alegaciones".