Mensajeros de la Paz del Padre Ángel cumple 50 años dedicados a la infancia, a las víctimas del maltrato, a drogadictos, a los afectados por las catástrofes, y los pobres del Tercer Mundo. Cumplen medio siglo de entrega que en palabras de su fundador han merecido la pena con sólo con la sonrisa de un niño
Mensajeros de la Paz que hoy cumple 50 años y en este medio siglo han atendido a más de 52.000 niños y jóvenes.
El Padre Ángel es el fundador y alma de esta ONG que trabaja con los sectores más desfavorecidos en España y fuera de nuestras fronteras.
Para él, más importante que las cifras, es la sonrisa y el afecto de un niño o de un anciano.
Como presidente de Mensajeros de la Paz, el Padre Angel García, ha manifestado que España atraviesa un momento "crítico" de crisis donde "sobran agoreros y hay que encontrar predicadores de más esperanza y más paz" para ayudar a salir de ella.
Para 'Mensajeros de la Paz' una situación como esta supone "más trabajo y más posibilidad de poder querer mucho a la gente". Ahora España también precisa ayuda y por ello han puesto en marcha una red de comedores sociales y un 'Banco Solidario' donde "coger lo que se necesite y dejar lo que se pueda".
En cuanto al perfil del demandante, el Padre Angel ha señalado que quienes buscan ayuda en la organización "ya no son los pobres de antes", que eran inmigrantes o personas sin recursos, sino que ahora empieza a acudir "gente de clase media, gente de corbata, que antes podía comer cuatro veces al día y ahora no puede comer nada más que una".
En este sentido, ha apuntado que Mensajeros de la Paz ha apreciado un "aumento del cien por cien" de las personas que acuden a sus comedores. Ante esta situación, ha subrayado que se tiene que proclamar una cultura "especial y distinta de la que plantea que pedir es vergonzante, porque a veces es tan digno pedir como dar".
BALANCE DE 50 AÑOS DE MENSAJEROS DE LA PAZ
El Padre Angel ha resumido el balance de medio siglo de la obra de 'Mensajeros de la Paz' en los "más de 52.000 niños y las más de 20.000 personas mayores que han pasado por la organización". "Cuando pasan 50 años lo importante es dar gracias a Dios y pedir perdón, no por lo que hayamos hecho mal, sino por lo que no hayamos hecho todavía, que es mucho lo que queda por hacer".
Por otro lado, ha destacado que lo que más le ha sorprendido en todos estos años de vivencias ha sido encontrarse con personas mayores y niños que "nunca hayan recibido un beso o que te digan que nadie les ha querido". "Esto me estremece a veces más que los momentos que he vivido en las guerras de Irak o en Haití, donde había niños que se me morían en los brazos --ha agregado--. Esto es muy clamoroso pero a veces es más clamoroso encontrar a alguien que te diga que hace mucho tiempo que nadie le ha dado un beso".
Por último, ha reconocido que estos 50 años de trabajo les ha dado la oportunidad de "hacer realidad un sueño". "El sueño es que hemos podido querer y ser queridos por la gente, así como haber tenido cientos de hijos y haber estado cerca de tantas personas de las que también hemos recibido mucho cariño".