Se reabre en Málaga el Caminito del Rey tras una importante obra de restauración

  • Tras 25 años de abandono, dejará de ser una de las sendas más peligrosas del mundo
  • Situado entre Álora, Antequera y Ardales, fue inaugurado a principios del siglo XX por Alfonso XIII
Caminito del Rey
Impresionantes vistas |Archivo

El Caminito del Rey, situado en la sierra de Málaga, ha dejado de ser uno de los recorridos "más peligrosos del mundo" tras 25 años de abandono, gracias a un proyecto de restauración sostenible que mejora la protección del visitante y se integra en el entorno manteniendo la emoción del vértigo.

Situado entre los municipios de Álora, Antequera y Ardales, este itinerario fue inaugurado a principios del siglo XX por Alfonso XIII con el objetivo de unir los saltos de agua entre los embalses de El Chorro y El Gaitanejo.

Una ruta más segura

Con paredes verticales que superan los 300 metros de altura.

La nueva pasarela abrirá al público el próximo 28 de marzo tras un año de trabajo y tres intentos de restauración.

Y es que esta ruta, frecuentada por escaladores, forma parte de la “historia negra” de la comarca por los accidentes mortales que se han producido en ella.

La Diputación de Málaga, en colaboración con el Fondo Europeo de Desarrollo Regional, ha invertido un total de 5 millones de euros para su restauración, de los que tan sólo 2,24 se han destinado a la pasarela del recorrido y el resto a acondicionar los accesos al paraje.

Con paredes verticales de más de 300 metros de altura y tramos que no superan los diez de ancho, este camino discurre durante 8,5 kilómetros por enclaves como el Desfiladero de los Gaitanes a más de 100 metros sobre el río Guadalhorce, que se completa en una duración estimada de tres horas y puede recorrerse en ambos sentidos.

Famoso desde su creación por lo arriesgado del trayecto, la restauración del Caminito del Rey ha permitido generalizar su acceso y reducir sus peligros.

JABALÍES, CABRAS MONTESAS, ENTRE LA FAUNA DE LA SIERRA MALAGUEÑA

La fauna característica de la sierra malagueña cuenta con alimoches, buitres leonados, jabalíes, cabras montesas, zorros y una leyenda: el sapillo pintojo, un anfibio para el que se ha construido un hábitat con la intención de que críe.

Según la Diputación de Málaga, podrán acceder de forma gratuita y con reserva previa hasta 600 personas al día en grupos reducidos para no poner en peligro la estabilidad de la estructura.

Sólo en la primera semana reservaron más de 32.000 personas procedentes de toda Europa.