Las huelgas y movilizaciones de sanitarios se extienden por toda España

  • A las de Madrid y Cantabria, se suman las convocadas en Navarra y Cataluña
  • Sindicatos médicos de Atención Primaria de  Aragón, Comunidad Valenciana, Murcia, Extremadura y Andalucía también barajan movilizaciones en los próximos meses
Hospital de Vall d'Hebron de Barcelona
Hospital de Vall d'Hebron de Barcelona

Las protestas de los sanitarios se extienden por todo el país. Se movilizan para pedir mejoras en sus condiciones laborales. Y exigen reducir su carga de trabajo. A las protestas en Madrid y las vividas en Cantabria, se unen las anunciadas en Navarra y la de hoy en Cataluña.

El Sindicato Médico de Navarra convocó una huelga indefinida en la red sanitaria pública de la Comunidad foral que se iniciará en febrero de 2023, aunque esta fecha se podría adelantar en función de la marcha de las negociaciones, según los responsables sindicales.

En Cataluña, el principal sindicato médico catalán, Metges de Catalunya (MC), ha convocado una huelga de facultativos para el 25 y 26 del próximo enero en demanda de mejoras en la sanidad y del colectivo sanitario. "No podemos más, lo hemos dado todo y no hemos recibido nada", ha destacado este lunes en rueda de prensa el presidente de MC, Jordi Cruz.

Los médicos de la sanidad pública de Cataluña convocan huelga el 25 y 26 de enero
Los médicos de la sanidad pública de Cataluña convocan huelga el 25 y 26 de enero
Los médicos de la sanidad pública de Cataluña convocan huelga el 25 y 26 de enero

Los médicos de la sanidad pública de Cataluña convocan huelga el 25 y 26 de enero

No son las únicas. A las movilizaciones convocadas en estas cuatro comunidades autónomas, ya han empezado a manifestar malestar por la situación que atraviesa la sanidad en otras, como Comunidad Valenciana, Aragón, Murcia y Andalucía.

De hecho, el 89% de los profesionales de Atención Primaria de la Comunitat Valenciana estarían dispuestos a ir de forma masiva a la huelga. Así lo muestra, una encuesta del sindicato médico CESM-CV lanzada entre sus afiliados.

Por su parte, la Atención Primaria de la Región de Murcia propone 418 millones de euros y 138 nuevos médicos de familia para "salvar" al sector. La Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de la Región de Murcia (ADSP) ha elaborado un informe en el que indica que "más médicos es algo imprescindible, pero no es suficiente".

También, en Aragón los médicos de Primaria contemplan futuras movilizaciones pero sin concretar fechas. Denuncian listas de esperas de más de un año para resonancias e insisten en el "déficit" de plantillas, sobre todo en el medio rural. Los sindicatos Fasamet y Cesm ya han advertido que la huelga "sería la última opción", pero si Sanidad no atienden sus reclamaciones la plantearán.

Un rugido sanitario que también resuena en Extremadura, donde los profesionales del sindicato médico SIMEX ya han comenzado las consultas en Asamblea entre los cerca de 3000 de la región para iniciar movilizaciones. Demandan mejoras laborales y denuncian la situación precaria de la Atención Primaria donde por una consulta pueden llegar a pasar más de 70 pacientes al día.

Por su parte, en La Rioja, el próximo 10 de febrero el sindicato de enfermería Satse abrirá su campaña de movilizaciones en defensa del sistema sanitario y sus profesionales.

FALTAN MÉDICOS DE FAMILIA Y PEDIATRAS

Los principales motivos de las movilizaciones están relacionadas con la falta de médicos de familia y pediatras en Atención Primaria y la presión asistencial. Una situación, denuncian los sanitarios, que se verá agravada en el futuro por la falta de reemplazo por las jubilaciones. En cinco años se necesitarán 9.000 facultativos de varias especialidades; en 2035 serán el doble.

Y los datos no son halagüeños. El 33% de los médicos tienen más de 55 años; es decir, se jubilarán más de 80 mil en los próximos diez años.

Cada año se necesitan más por el envejecimiento de la población y muchos se van fuera: 2.500 solicitaron el año pasado el certificado de idoneidad para hacerlo. Es un problema de Estado, si no se pone remedio, corre peligro de enquistarse.