Campo de flores | EUROPA PRESS
(Actualizado

Los alérgicos al polen se enfrentarán a una primavera entre moderada y leve en cuanto a la concentración de gramíneas en toda España con una intensidad similar a las estaciones primaverales de años anteriores, según las previsiones de índices de polen en primavera de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic) dadas a conocer este miércoles en Madrid.

En rueda de prensa, miembros de la Seaic destacaron que las enfermedades alérgicas por pólenes afectan en España a más de ocho millones de personas, siete de los cuales son alérgicos a gramíneas seguidos en orden decreciente por alergia al olivo, arizónicas, plátano de sombra, salsola y parietaria.

En el centro peninsular los pólenes más frecuentes son los de gramíneas, olivo y cupresáceas. Por áreas geográficas, para este año se prevé que la primavera en el centro peninsular sea variable en función de la localización.

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En este sentido, el presidente del Comité de Aerobiología Clínica de la Seaic, el doctor Juan José Zapata, explicó que “la primavera en el centro peninsular será variable en cuanto a la concentración de gramíneas, oscilando entre los 1.000 granos/m3 de Teruel y Cuenca, los 6.000 granos/m3 de Toledo y los 4.000 granos/m3 de Madrid”.

“En Castilla-León y Castilla La Mancha la primavera para los alérgicos a gramíneas será leve, mientras que en Madrid será moderada –donde el porcentaje de pacientes alérgicos al polen del plátano de sombra que está empezando estos días, supera el 40% de polínicos- y algo más intensa en Toledo.

Sin embargo, en Aragón se espera que los alérgicos tengan una primavera leve”, puntualizó. En definitiva, subrayó el doctor Zapata, “vamos a tener una primavera entre moderada y leve en Castilla-La Mancha, Galicia, Cataluña y en la zona centro peninsular. En Andalucía este año nos puede dar alguna sorpresa en Córdoba y Sevilla donde podría ser más intenso que otros años aunque sus niveles de intensidad serán medios. De forma concreta, Extremadura contará con concentraciones más altas por encima de los 10.000 granos/m3 e incluso 15.000 granos”.

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Intensidad leve

De hecho, los alérgicos al polen se enfrentan a una primavera leve en la cornisa cantábrica, Navarra y La Rioja. En estas zonas geográficas, los pólenes de gramíneas oscilarán entre los 1.500 granos /m3 de Logroño y los 3.000 de Oviedo y Vitoria.

Ciudades como Santander, Bilbao, Pamplona y San Sebastián tendrán niveles de gramíneas cercanos a los 2.000 granos /m3.También será leve en el litoral mediterráneo donde los pólenes de gramíneas oscilarán entre los 1.000 granos/m3 de Barcelona, Palma, Murcia y Tarragona y los 2.000 granos/m3 de Lérida.

En las ciudades de Alicante, Valencia y Castellón se esperan valores de 1.200 granos/m3. Asimismo, en Barcelona predominan los pacientes alérgicos al plátano de sombra utilizado de forma frecuente en la vía pública y jardines. En el sur peninsular, la primavera será de intensidad variable que oscilará entre los 1.000 granos/m3 de Almería y los 7.000 en Cáceres y Badajoz en cuanto a los pólenes de gramíneas.

Mientras que en Almería se espera una primavera muy leve, en Málaga, Granada, Cádiz, Córdoba, Jaén y Huelva será moderada y algo más intensa en Sevilla. Lo mismo ocurrirá en Cáceres y Badajoz donde será muy intensa.

Se esperan picos de concentración muy elevado de gramíneas

Para poder determinar la intensidad de la primavera de este año en las diferentes zonas geográficas, el Comité de Aerobiología Clínica de la Seaic ha utilizado los datos de temperatura, precipitaciones y humedad suministrados por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) junto con los datos históricos de pólenes de gramíneas de las diferentes estaciones de la Red de Captadores de la Seaic y asesorados por el Área de Estadística e Investigación Operativa de la Universidad de Castilla La Mancha.

Factor meteorológico

Los expertos indicaron que resulta indudable que existe una relación directa entre las concentraciones de pólenes durante la primavera con factores meteorológicos como la lluvia y la temperatura del otoño e inviernos previos. De hecho, la lluvia afecta a las concentraciones de pólenes de dos formas: una de ellas beneficiosa para los alérgicos y otra perjudicial.

De hecho, señaló el doctor Zapata, “a corto plazo la lluvia humedece los pólenes que hay flotando en la atmósfera, aumentando su peso y favoreciendo su depósito en el suelo impidiendo que puedan penetrar en las vías respiratorias, lo cual disminuye los síntomas de los pacientes alérgicos cuando este lloviendo”.

Sin embargo, añadió, “a largo plazo la lluvia favorece el crecimiento de todas las plantas, sobre todo las gramíneas, lo que contribuye a un mayor desarrollo y un aumento en la producción de pólenes de gramíneas que se van a dispersar por la atmósfera en su momento de floración, con un aumento de los síntomas alérgicos”.

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En cuanto al aumento de las enfermedades alérgicas, el doctor Zapata señaló que el año pasado puede ser considerado como el más cálido de la serie histórica en España desde que hay registros.

Según datos de la Aemet, por primera vez se han superado los 15º C de temperatura media, un 1,6º C por encima del promedio normal de las últimas décadas. En cuanto a la pluviosidad, esta ha disminuido un 24% en el promedio normal, que suele ser de unos 200 l/m.

De hecho, el cambio climático es una realidad incuestionable y uno de sus múltiples efectos es el aumento de las enfermedades alérgicas por pólenes, debido a tres circunstancias: el aumento en la concentración de los pólenes, el mayor tiempo de exposición y la agresividad potencial a la que se ven sometidos.

Por lo tanto, el presidente del Comité de Aerobiología Clínica de la Seaic aseguró que el aumento de la temperatura ocasionado por el cambio climático junto a los gases de efecto invernadero como el CO2, actúan como fertilizante de las plantas contribuyendo a un incremento en la producción de pólenes.