José Tomás vuelve hoy a los ruedos en la plaza de toros de Valencia después de 15 meses desde aquella fecha en la que un toro le dio una cornada que hizo temer por su vida. Ahora José Tomás es figura del toreo... pero todo empezó en Galapagar, su pueblo natal y con Celestino Román, el culpable de esta historia... siempre tuvo claro, que su nieto sería torero. José Tomás, en cambio, dudó entre el fútbol y los toros.
Fernando Ochoa es de su íntima confianza, se conocen desde los 17 años, cuando sus sueños por ser toreros se juntaron en un rancho mejicano. Fernando se prepara ahora en España y nos cuenta cómo es la persona y el torero.
Precisamente en México tomó la alternativa en diciembre de 1995. En 1997 vivió su primera puerta grande en Madrid como matador de toros. Después, hasta siete veces ha abierto esta puerta de Las Ventas. Una carrera marcada por altos y bajos, triunfos y cornadas, y reconocimientos también fuera de los ruedos. Muchos hitos para la historia, entre ellos, el indulto de Indílico en Barcelona.
En México recibió dos de las cornadas más graves de su carrera. La última fue el 24 de abril de 2010, en Aguascalientes (México). Alberto Elvira, amigo de la infancia y actual apoderado de Fernando Ochoa, estaba en la plaza. Fue el primero en llegar hasta el torero cuando cayó al suelo. Recuerda con emoción los momentos vividos. Asegura que hubo momentos en los que creyeron que José Tomás se moría.
Pero milagrosamente, ocho días después salió del hospital para comenzar su recuperación. Aprovechó la oportunidad para dar las gracias a los médicos y a todos los que le apoyaron.
Han pasado 15 meses de dura recuperación y puesta a punto. Todos coinciden en que vuelve el mejor José Tomás, totalmente recuperado, para volverse a poner en el mismo sitio... sin dar un paso atrás.