La Policía Nacional, la Guardia Civil y la Agencia Tributaria han desmantelado una red de narcotraficantes que introducía cocaína en contenedores a través del Puerto de Algeciras, en una operación en la que han sido incautadas 4.844 kilos de hachís y detenidas 32 personas.
La organización criminal estaba asentada en Cádiz y Sevilla, desde donde distribuía enormes cantidades de droga que llegaba al puerto de Algeciras embarcada en contenedores marítimos en el continente americano.
La investigación se inició en el primer trimestre de 2017 cuando se conoció de la existencia de esta organización.
La Guardia Civil, la Policía y la Agencia Tributaria analizaron la información y se coordinaron para continuar las pesquisas y lograr la desarticulación de la red.
La operación se ha desarrollado en tres fases para desmantelar las diferentes estructuras que conformaban la organización.
Conexiones en Latinoamérica
En una primera fase las pesquisas condujeron a los investigadores hasta un empresario afincado en Barcelona y titular de un entramado societario en España y Brasil.
Este se encargaba de establecer los contactos para la negociación de las partidas de cocaína en países de origen, en Sudamérica y Centroamérica.
El estrecho control ejercido sobre este investigado y su entorno llevó a los investigadores a detectar a finales de diciembre de 2017 movimientos sospechosos de varios vehículos entre el puerto de Algeciras y dos naves industriales de Marbella.
Los agentes interceptaron entonces una furgoneta con 1.100 kilogramos de cocaína en numerosos paquetes.
Después, en el registro de las naves industriales se localizaron otros 2.400 kilos, una de las mayores incautaciones de cocaína realizadas en España fuera de recinto portuario.
Allí fueron detenidas cinco personas.
Estas operaciones llevaron a los miembros de la red a incrementar sus precauciones, hasta el punto de que llegaron a la práctica paralización de sus actividades en los meses siguientes.
Entramado inmobiliario
La red, según la Policía, estaba fuertemente "deslocalizada" entre numerosos países de Centroamérica y Sudamérica y en multitud de provincias españolas.
Tenía un entramado inmobiliario en Málaga, Cádiz, Madrid y Sevilla, donde se custodiaba la droga hasta su distribución final.
Una vez identificados todos los integrantes de la organización a comienzos de enero de 2019, con orden del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, se llevó a cabo la segunda fase de la operación.
En ella fueron detenidas 18 personas y se practicaron 26 registros en los que se incautaron más de cinco millones de euros en efectivo, 90 kilogramos de cocaína, uno de heroína, cinco armas de fuego, una embarcación de lujo de 43 metros de eslora, entre otros efectos.
Los investigadores comprobaron que un empresario gaditano afincado en Sotogrande, era una pieza clave en la distribución y logística de las actividades de la organización.
A principios de marzo de este año se detuvo a este cabecilla junto a ocho integrantes más.
En esta fase se practicaron diez registros más en la provincia de Cádiz, concretamente en Sotogrande, Algeciras y Alcalá de los Gazules e intervenidos un total de 1.254 kilogramos de cocaína, ochocientos mil euros en efectivo, un arma de fuego, una embarcación, numerosos vehículos de alta gama, y se procedió al bloqueo de 17 inmuebles con un valor superior a los seis millones de euros y 103 vehículos.
De los 32 detenidos en el marco de esta investigación, 25 han ingresado ya en prisión preventiva.
