Dos semanas después de ponerse a la venta en EEUU el fármaco ADY, la llamada viagra femenina, ya hemos encontrado webs que la ofrecen.
En el mercado negro una pastilla puede llegar a costar entre 50 y 200 dólares. Al igual que ocurre con la masculina, la mayoría de estos comprimidos sexuales son fraudulentos.
Esta misma semana, la Guardia Civil ya se ha incautado en el aeropuerto de Barajas de las primeras dosis de la denominada viagra rosa. De momento, se trata de cantidades que sirven para pulsar su funcionamiento en el mercado europeo.
Estas pastillas no sólo son ilegales, también pueden llegar a ser muy nocivas para la salud y con efectos muy dañinos para la consumidora. De ahí, que de momento la agencia europea del medicamento no haya aprobado su venta.