La policía alemana ha encontrado los restos mortales de siete bebés en una vivienda de Wallenfels, una pequeña localidad de unos 2.800 habitantes en el norte de Baviera, informaron hoy fuentes de la investigación.
El hallazgo se produjo el jueves por la tarde, tras acudir un equipo médico de emergencia a una vivienda del pueblo, pero hasta ahora no se había especificado el número de cadáveres.
La investigación del caso está en manos de la fiscalía y de la policía de Coburg, que señaló que los cuerpos se encuentran "en mal estado" y pidió esperar a que concluya el trabajo de los forenses para determinar si puede haber más cadáveres.
Según los primeros datos facilitados por la policía, el equipo médico acudió a la vivienda tras recibir una llamada que alertaba de la existencia de los cadáveres.
Se trata de la casa de una mujer de 45 años, a la que se busca para ser interrogada como posible madre de los bebés.
Está previsto que hoy mismo comiencen las autopsias a los cuerpos, aunque los investigadores creen que hasta la principios de la próxima semana no será posible determinar la causa de las muertes, cuándo ocurrieron o incluso el sexo de los bebés.
El caso de Wallenfels sigue a otros crímenes similares ocurrido en Alemania, como el hallazgo de los cuerpos de cinco niños, en 2013, en una vivienda del "Land" de Schleswig-Holstein (norte).
El más grave fue el caso de los nueve bebés que se encontraron enterrados en distintas macetas de una casa en el estado de Brandeburgo (este), en 2005.
El crimen múltiple lo cometió una misma mujer, que fue condenada a quince años de cárcel por el asesinato de nueve de sus trece hijos entre 1992 y 1998.
La mujer había ocultado sucesivos embarazos y luego había matado a las criaturas tras su alumbramiento