El Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil, se ha incautado de casi una tonelada de alimentos, en un establecimiento comercial de Zaragoza, que no eran aptos para consumo humano.
Dicha mercancía fue localizada cuando agentes de SEPRONA, acompañados de personal del Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón, realizaron una inspección en un establecimiento alimenticio ubicado en Zaragoza capital.
En el interior del local los agentes hallaron diferentes productos de alimentación, cárnicos, conservas, carne y pescado congelados o productos manufacturados, que carecían de las condiciones higiénico sanitarias necesarias para ser consumidos.
Estos productos se encontraban en estanterías y cámaras frigoríficas del comercio, expuestos a la venta al público. Las deficiencias detectadas se correspondían con un inadecuado etiquetado, que no se hallaba en español, superación de la fecha de caducidad o una mala conservación de dichos productos. Igualmente se localizó una cámara frigorífica en el interior de las instalaciones, utilizada para el almacenamiento de carnes.