Espiar es más fácil de lo que parece. Ahora mismo, en el mercado hay dispositivos que pueden esconderse en objetos tan pequeños como un bolígrafo, un reloj o un pen drive. Comprarlos es legal, pero la clave es luego el uso que se dé, que no siempre lo es. Y, ojo, porque desde el sector advierten que su venta se ha disparado.
Pero no sólo es mucho más fácil, sino que también mucho más común de lo que creemos. Hay dispositivos en alza, como el llamado minipegasus, con los que se pueden clonar cuanquier teléfono, desde llamadas, a correos electrónicos.
