España es el tercer país más desigual de toda la UE

  • Oxfam denuncia: La mejora económica favoreció cuatro veces más a los ricos que a los pobres
  • El 1 % de la población española que más tiene acapara la cuarta parte de la riqueza nacional

Oxfam Intermón ha denunciado hoy que la "desigualdad continúa en niveles desorbitados y está fuera de control", fruto de un modelo económico que incentiva la concentración de riqueza en pocas manos, y ha exigido al Gobierno que ponga en marcha un plan de reducción de esa inequidad.

La organización ha presentado un informe que evidencia que la recuperación económica ha favorecido cuatro veces más a los ricos que a los pobres, de forma que el 1 % de la población española que más tiene acapara la cuarta parte de la riqueza nacional y España es el tercer país más desigual de toda la UE.

"La desigualdad continúa en niveles desorbitados y está fuera de control. Es resultado de un modelo económico global fallido. (...) Con lo que aumentó la riqueza de los más ricos entre 2016 y 2017 se podría acabar siete veces con la pobreza en el mundo", ha indicado en rueda de prensa el coordinador de investigación de Oxfam Intermón, Íñigo Macías.

Del informe "Premiar el trabajo, no la riqueza" se desprende que el 10 % de los ciudadanos más ricos aglutina más riqueza que el 90 % restante, en concreto un 53,8 %; este sector de la población ha logrado reunir 29 de cada cien euros provenientes de la recuperación, mientras que sólo 8 han ido a parar a los que menos tienen.

Entre 2016 y 2017, el 1 % más rico capturó el 40 % de toda la riqueza creada, y fueron cuatro los nuevos multimillonarios españoles que entraron a formar parte de la lista creada por la revista Forbes, donde figuran ya 25.

La responsable de contenidos de Oxfam Intermón, Lara Contreras, ha subrayado que las grandes fortunas de España ocultan en paraísos fiscales el equivalente al 12 % del PIB del país.

A LA COLA DE EUROPA EN DESIGUALDAD

España, con una tasa de pobreza del 22,3 % y 10,2 millones de personas con una renta por debajo de este umbral, es el tercer país con mayores disparidades de la Unión Europea, sólo por detrás de Rumanía y Bulgaria, y empatado con Lituania, y es además donde más ha crecido la desigualdad desde 2007.

Pese a la mejora de la economía, la remuneración de los trabajadores está lejos de recuperar los niveles de 2009, y mientras la productividad por hora trabajada ha aumentado un 6 % desde 2012, el coste salarial por cada una apenas ha aumentado un 0,6 %, es decir, diez veces menos.

Por ello, la organización exige al Gobierno un plan de reducción de la desigualdad que, entre otras medidas, garantice un empleo digno y bien pagado, sitúe el salario mínimo en 1.000 euros en 2020, reduzca la escala salarial de manera que el mayor sueldo de una compañía no sea más de veinte veces superior al menor, luche contra la brecha salarial y cree una ley contra la evasión fiscal.

Oxfam Intermón pedirá además a los dirigentes internacionales que se reúnan en Davos que trabajen por una "economía más humana".