El etarra Eneko Gogeaskoetxea Condenado a 26 años por colocar una bomba en Durango

  • Gogeaskoetxea había sido condenado recientemente a 92 años por intentar atentar contra el Rey Juan Carlos
El etarra Eneko Gogeaskoetxea , condenado por la Audiencia Nacional
El etarra Eneko Gogeaskoetxea , condenado por la Audiencia Nacional |Telemadrid

La Audiencia Nacional ha condenado a 26 años de cárcel al etarra Eneko Gogeaskoetxea por colocar en 1997 una bomba trampa escondida entre cócteles molotov en un solar de Durango (Vizcaya), que no llegó a estallar pero que perseguía matar a los agentes de la Ertzaintza que acudieran a desactivarla.

Gogeaskoetxea, condenado recientemente a 92 años por haber intentado matar al Rey Juan Carlos en la inauguración en 1997 del Museo Guggenheim de Bilbao, ha sido sentenciado a esa pena por los delitos de atentado terrorista en grado de tentativa y tenencia de explosivos.

El etarra estaba considerado uno de los máximos responsables del aparato militar de la banda cuando se produjo su detención en Cambridge (Reino Unido) en 2011. En 1996, según la sección segunda de la Sala de lo Penal, se integró en el comando "Katu" de ETA junto a Kepa Arronategui Azurmendi, ya condenado por estos hechos.

Según la resolución, ambos colocaron el 14 de junio de 2007 una bomba trampa de la que solo era visible un conjunto de cócteles molotov en un solar de la calle Antso Estegiz de Durango, con la intención de matar a agentes de la Ertzaintza.

Para la sala, "no queda la menor duda de que el propósito criminal del acusado era -siguiendo las directrices y propósitos de la banda terrorista ETA- atemorizar a las personas y subvertir gravemente el orden constitucional".

El artefacto oculto, que contenía tres kilos de explosivo, tenía un mecanismo de acción que consistía en un sedal de pesca que atravesaba una zanja, desde los cócteles molotov hasta la bomba, de manera que si alguien se tropezaba con él, explotaba.

Su intención era matar a algún miembro de la Ertzaintza que acudiera al lugar en busca de la bomba, escondida entre piedras y basura, y para ello usaron como señuelos los cócteles molotov.

De esta manera, sobre la una de la madrugada llamaron a la Policía Municipal de Durango en nombre de ETA advirtiendo de la existencia del artefacto, pero los agentes no consiguieron localizarlo, por lo que, sobre las tres de la tarde volvieron a llamar, esta vez a la emisora Eguin Irradia.

La bomba no llegó a explosionar porque una cartulina que formaba parte del contacto se rompió accidentalmente, y fue neutralizada a las cinco de la tarde por agentes de la Unidad Especial de Desactivación de Explosivos de la Ertzainza.

Al comando "Katu" del que formaba parte se le atribuyen, entre otros, un atentado con explosivos contra el cuartel de la Guardia Civil en la localidad oscense de Sallent de Gállego de agosto de 1997 y otros atentados frustrados contra el cuartel de Comillas (Cantabria), una torreta de alta tensión en Sobarzo (Cantabria) y contra una patrulla de la Ertzaintza en Durango (Vizcaya), todos ellos cometidos en 1997.

El 10 de julio de 2006 este dirigente etarra fue condenado a tres años de reclusión por asociación de malhechores con fines terroristas, tras ser juzgado en rebeldía por el Tribunal Correccional de París.

Gogeaskoetxea fue incluido en la lista de individuos y organizaciones terroristas de la Unión Europea y su foto aparecía, hasta su detención en 2011, en los listados de los terroristas más buscados por la Policía y la Guardia Civil.

Hasta ese momento, formaba parte de la llamada "Zuba", el comité ejecutivo de ETA junto a históricos dirigentes de la banda.

Junto a su hermano Ibon, detenido en febrero de 2010 en la región francesa de Normandía, Eneko Gogeaskoetxea también ha dirigido el aparato logístico de la banda, encargado de proporcionar material para perpetrar los atentados a los comandos operativos de la organización terrorista.