Aunque el nacimiento de la croqueta fue en la Francia de principios del siglo XIX, el surgimiento de su Día Internacional (que se celebra este martes) hay que adjudicárselo a una española, la periodista Cristina Barbero, quien creó esta fecha celebrada desde España hasta la Patagonia para una campaña publicitaria.
La historia de la gastronomía marca que fue en el año 1817 por estas fechas (el día no está claro) cuando el cocinero Marie-Antoine Carême creó unas croquetas para el príncipe consorte de Inglaterra y el gran archiduque Nicolai de Rusia en una cena de gala.
Unas bolas de masa fritas que se hicieron famosas en la corte francesa y cuyo éxito traspasó las paredes de palacio para llegar a las clases populares, porque se trata de una de las recetas más versátiles del recetario mundial que se pueden encontrar en muchas versiones en casi todos los países del mundo.
Pero pese a ser uno de los buques insignia de la cocina gala, la celebración de su día surgió de una campaña publicitaria que ideó Barbero, quien ya siente esta fecha como un "cumpleaños".
"Trabajo como periodista gastronómica dando visibilidad a clientes, y en este caso era para un bar de croquetas (...) era 2015 y entre otras cosas me pregunté si existía un día de la croqueta porque casi todos los días se celebra el día de un alimento. Buscaba y no encontraba nada y entre otras búsquedas encontré un foro de recetas donde alguien comentaba que las croquetas merecían un día y que debía de ser el 16 de enero", recuerda.
Una pista que siguió y que la condujo al hecho histórico que marca el nacimiento de la croqueta, cuando aquel cocinero de la corte francesa decidió hacer unas bolas de masa, rebozarlas y freírlas.
Una efeméride que podría haberse inventado "una coreana", bromea, pero no, fue ella la que vio cómo esta campaña de marketing se convirtió tan viral que hasta Google cuenta con un 'doodle' y la red social Snapchat tiene un filtro con una foto de este bocado crujiente por fuera y cremoso por dentro.
"No sé, reconoce, cómo se hace algo tan viral e internacional, si lo hubiese pensado o planificado seguro que no me sale. Ha sido fruto de que es un sabor que le gusta a todo el mundo, igual creo el Día Internacional del Torrezno y no tengo tanto éxito (...) Este día nació como una nota de prensa más y se convirtió en una campaña exitosísima que si la analizamos en términos económicos a mi cliente esta publicidad le hubiera costado 200.000 euros".
Por eso, cuando le preguntan cómo se crea el día de internacional de algo ella responde: "es como lanzarte a la piscina". Y muestra de que se trata de un día que se celebra en la mayor parte del planeta es que Barbero recibe peticiones para entrevistarla hasta de programas de radio de la Patagonia porque la croqueta, la gran protagonista de este martes, es algo que "todo el mundo sabe si está rica o no", una receta popular que acepta tanto la más estricta tradición como la más rompedora vanguardia.
"Esa es la gracia de la gastronomía -matiza- que es versátil, dinámica, no es estática, puede partir de tres ingredientes, y luego uno aporta un cuarto y evoluciona. Seguro que a alguien se le ocurrió antes que al cocinero francés, pero la hizo y gustó tanto que quisieron que se repitiera y por eso tiene ese recorrido, pero quién sabe si no las cocinó antes una señora en su casa".
Sea cual sea su origen, lo que está claro es que el Día Internacional de la Croqueta es un claro ejemplo de cómo una "idea bien contada" se puede hacer viral hasta el punto de ser una jornada marcada en rojo para los amantes de "la reina" croqueta.
Un día en el que restaurantes y empresas alimentarias sacan de sus cocinas sus mejores elaboraciones y que Barrero celebrará sacando junto a una empresa especializada una croqueta de marmitako cuyos beneficios de venta irán destinados a la Fundación Anar.