La Policía Nacional ha desarticulado una banda especializada en robos de chalés y bungalós a lo largo de la costa mediterránea en los que se aprovisionaban principalmente de productos tecnológicos que luego vendía en un locutorio propiedad de uno de los detenidos.
Según informa la Dirección General de la Policía, la operación ha concluido con 23 personas detenidas en las provincias de Alicante y Barcelona.
Las pesquisas comenzaron después de que la Agregaduría de Interior de Rumanía avisase de la existencia de un grupo delictivo con personas de origen rumano que se dedicaban a la comisión de robos y la venta posterior venta de los productos extraídos y cuyo centro de operaciones en Alicante.
Después de las primeras investigaciones, los agentes centraron la operación en el litoral mediterráneo y averiguaron que los asaltantes acometían los robos por la mañana, cuando los inquilinos de las viviendas se marchaban a trabajar.
El grupo, que según comprobó la Policía, tenía una gran movilidad, se desplazaba en vehículos a diferentes puntos de la costa de Alicante o a zonas colindantes con la misma, donde efectuaban los robos, preferentemente en chalés.
Antes de efectuar el robo, un grupo de ellos, que se encargaba de fijar los objetivos, llamaba previamente al domicilio con el fin de comprobar si había gente en el interior.
Una vez comprobado que el edificio estaba vacío, otro grupo saltaba las vallas circundantes, forzaba las ventanas y accedía al interior para sustraer los objetos de valor, esencialmente tecnológicos, a los que luego daban salida a través de un locutorio a nombre de uno de los miembros de la banda.
La detención del grueso de la banda se produjo mientras varios asaltantes huían después de perpetrar un robo en un la urbanización Balcón de Torreblanca Cabo Cervera, en la localidad de Torrevieja, aunque la Policía detuvo en posteriores registros a otros seis miembros de la organización.
Gracias a las pesquisas, los agentes averiguaron además que existía una red de personas de origen paquistaní encargadas de dar salida a los efectos robados por los delincuentes en los domicilios.
En los diferentes registros, la Policía se incautó de más de 120 teléfonos móviles, 5 tabletas electrónicas, 30 relojes, 13 ordenadores portátiles, joyas, cámaras y televisores así como resguardos de envío de dinero y herramientas para la comisión de los robos.
