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La policía ha detenido a 15 personas que introducían, desde Marruecos, relojes falsos de las marcas más prestigiosas.

En su último cargamento, además de 2600 relojes había teléfonos móviles y tablets. Piezas que la red conseguía en Marruecos y luego trasladaba a través de autobuses de pasajeros hasta España.

Las entregas se hacían en estaciones de servicio. Luego, la mercancía la vendían a través de internet o en locales y domicilios que tenía la organización. El boca a boca era su mejor publicidad.

Los relojes falsos costaban entre 100 y 500 euros, y en algunos casos incluso llevaban falsificada la garantía. Algunos de estos relojes tienen un valor en el mercado de más de 350.000 euros.

Los 15 detenidos, todos en Madrid, tienen nacionalidad marroquí y española.