Científicos japoneses han descubierto que el mayor punto oscuro en la Luna, conocido como el 'Océano de las tormentas', es consecuencia de un impacto cósmico gigante que creó un mar de magma de más de 3.000 kilómetros de ancho y varios cientos de profundidad. La cara visible de la Luna, el lado que siempre mira hacia la Tierra, es muy diferente al lado que se mantiene oculto y que solo recibe luz solar. Del mismo modo, las mitades norte y sur de Marte tienen también grandes contrastes entre sí. Los investigadores han planteado una serie de explicaciones para la gran disparidad entre los lados, la mayoría de ellos relacionados con gigantes colisiones.
Esa es la explicación que se ha hallado para la creación del océano, un territorio que los científicos han estado estudiando en los últimos años. En este análisis, los expertos han encontrado zonas que muestran concentraciones bajas de calcio piroxeno y grandes cráteres de impacto. Según han explicado, este tipo de piroxeno está vinculado con la fusión y la excavación de material del manto lunar, y sugiere que el océano de las Tormentas es una reminiscencia de un impacto catastrófico. El autor principal del estudio, Ryosuke Nakamura, ha señalado que en el Universo se producen colisiones lo suficientemente grandes como para crear el 'Océano de las tormentas', así como otras cuencas de la Luna. "Son capaces de despojar completamente al satélite de su corteza original", ha indicado.
En este sentido, los científicos han señalado que, tras el impacto, la corteza que se formó en dicha zona de la Luna sería completamente diferente a la del otro lado. "Esto explica por qué estas mitades son tan distintas", ha apuntado Nakamura.Hace ya tiempo que algunos investigadores especulaban con que el 'Océano de las tormentas' era la reliquia de un impacto gigantesco. Sin embargo, esta idea también tenía detractores debido a que no había signos claros topográficos.
Ahora, este descubrimiento, publicado en 'Nature Geoscience', "proporciona la primera evidencia de la composición de esta idea, que podría ser confirmada por futuras misiones de retorno de muestras lunares", ha explicado Nakamura.