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La Guardia Civil ha desarticulado una banda formada por un clan familiar que estaba especializada en el robo de joyerías y que utilizaba a menores de edad para llevar a cabo estos atracos en todo el territorio nacional, una operación en la que se ha detenido ocho personas.

Según ha informado el Instituto Armado, los menores que participaron en estos hechos no se encontraban escolarizados y viajaban continuamente con el resto de la familia para llevar a cabo los robos.

La operación, denominada 'Diagonal', ha permitido la detención de ocho personas y la imputación de otras nueve. Además, se han puesto a disposición de la Fiscalía de menores a cuatro niños que sus padres empleaban para la comisión de los delitos.

Las investigaciones se iniciaron tras un robo cometido en una joyería de la localidad de Chiclana de la Frontera (Cádiz), en el que se sustrajeron joyas por valor de más de 200.000 euros y más de 6.500 euros en metálico, comprobando que se trataba de un grupo organizado y especializado.

En el transcurso de las investigaciones, los agentes tuvieron conocimiento de la comisión de robos con idéntico modo de ejecución en varios puntos de la geografía española, sin que hasta ese momento se hubieran obtenido datos relevantes sobre los autores.

Por ello, centraron la investigación en un clan conocido como 'Los Cotoni', asentado en Puertollano (Ciudad Real), en el que sus integrantes tienen un gran número de detenciones y antecedentes policiales, principalmente por delitos de estafa, robos con violencia y hurtos en establecimientos comerciales.

CLAN FAMILIAR

Los agentes descubrieron que dentro de este clan existía la figura del "patriarca" y la "matriarca", que eran los que tomaban todas las decisiones, indicaban la ciudad a la que tenían que viajar para cometer los delitos, los hoteles en los que debían hospedarse, y las medidas de seguridad a tomar con el fin de evitar la responsabilidad de los hechos, incluido el cambio periódico de color de pelo de las mujeres.

Mediante las numerosas vigilancias y seguimientos, se constató la forma de actuar de este grupo organizado, en el que cada miembro tenía una misión asignada. Los hombres realizaban labores de conductores y seguridad, dejando a las mujeres en las zonas comerciales y permaneciendo en sus vehículos en los alrededores para facilitar una posible huída.

Las mujeres eran las encargadas de entrar en distintos establecimientos en los que además de los hurtos en joyerías, llevaban a cabo el conocido "timo del cambio", que consiste en la compra de un artículo de escaso valor que pagan con un billete de 500 euros, para una vez que tienen en su poder el cambio, anular la compra en ese mismo momento con cualquier excusa, quedándose con parte del mismo.

En el marco de esta operación se han realizaron dos registros en Puertollano y otro en Jerez de la Frontera, donde se han practicado las detenciones e imputaciones de los investigados. En los registros domiciliarios se hallaron gran cantidad de joyas y algunas de las prendas de vestir con las que las autoras de los hechos aparecen en las grabaciones de las cámaras de seguridad de las joyerías, además de incautar tres vehículos empleados por los investigados.

A los implicados se les imputan los delitos de pertenencia a organización criminal, hurto, estafa y robo con violencia e intimidación, habiéndose esclareciendo hasta el momento 25 hechos delictivos cometidos por este grupo criminal.