La multinacional suiza ABB y la compañía guipuzcoana Irisbond han desarrollado una nueva tecnología que permite controlar robots con la mirada y que abre un abanico de posibilidades ilimitado para todo tipo de aplicaciones industriales y sociales, en este último caso el ámbito de la discapacidad.
La presentación de este novedosa tecnología, desarrollada bajo el "paragüas" del programa Bind 4.0 del Gobierno vasco para fomentar la colaboración entre "empresas tractoras" con fuerte presencia en Euskadi y compañías emergentes (start-ups), ha tenido lugar este mediodía en el parque tecnológico de Miramón de San Sebastián, donde se encuentra la sede de Irisbond.
El acto ha consistido en la disputa de una partida de ajedrez entre dos mujeres, una de ellas en silla de ruedas debido a una grave discapacidad de movimientos, quien ha estado asistida por un robot al que ha ordenado realizar distintos movimientos de piezas con la mirada.
Durante la presentación, a la que han acudido la viceconsejera vasca de Tecnología, Innovación y Competitividad, Estibaliz Hernáez, y los representantes de ABB Miguel Ángel Trujillo y de Irisbond Eduardo Jaúregui, éste último ha explicado a los asistentes el mecanismo que ha permitido a la persona discapacitada mover sus fichas a través del robot, y que ha sido posible gracias a un ordenador en cuya pantalla aparecía un tablero de ajedrez sobre el que la mujer posaba la mirada para indicar la pieza que deseaba mover y en qué escaque depositarla.
El robot, situado en medio de la mesa y dotado de dos brazos articulados similares visualmente a los de las máquinas quirúgicas de precisión, ha movido así varias piezas e incluso se ha "comido" la reina de su oponente en una serie de movimientos que han sido profusamente fotografiados y grabados en vídeo por los periodistas presentes en la demostración.
La máquina, que tiene en su memoria las reglas de ajedrez y que no permite realizar movimientos prohibidos en el juego, controla también las acciones de la persona que no sufre discapacidad, quien le ha indicado mediante un ratón los desplazamientos de sus fichas.
Una vez concluida la partida, el robot se ha encargado de recoger las piezas y posicionarlas nuevamente en su correspondiente casilla inicial.
Durante la presentación, Eduardo Jaúregui ha destacado las posibilidades de esta nueva tecnología denominada "eye-tracking" que, según ha dicho, podría permitir a un cirujano consultar con la mirada el historial de un paciente mientras le está operando, o a un conductor descolgar el teléfono de su coche al recibir una llamada con sólo un movimiento de sus ojos.
La solución desarrollada ahora por ABB e Irisbond está basada en un software denominado "webtracker" que permite el control de ordenadores con el movimiento de los ojos monitorizados a través de una webcam y que utiliza sofisticados algoritmos basados en el posicionamiento de la cara y de la visión para permitir a los usuarios interactuar con el robot y controlarlo de una forma natural.
Esta investigación abre un amplio campo de posibilidades para nuevas aplicaciones de robótica industrial, especialmente en la "robótica colaborativa", incluyendo nuevas opciones de integración laboral para personas con discapacidad.
Durante la presentación, Estibaliz Hernáez ha destacado la importancia de la colaboración entre grandes empresas y "start-ups" para el proceso de transición a la era digital y para mejorar la competitividad del tejido industrial en Euskadi.
Un total de 257 empresas de 41 países se presentaron a la primera edición del programa Bind 4.0, entre las que fueron seleccionadas once empresas emergentes para desarrollar 16 proyectos junto a grandes compañías industriales. La segunda edición de este programa comenzará el próximo julio.