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Consagrados de los 'Miguelianos' niegan abusos sexuales y defienden su inocencia: "Es un montaje"
- Sostienen que el líder "es inocente, las consagradas no eran pseudo-monjas y la Orden no era una secta destructiva y satánica"
Varios de los consagrados que pertenecieron a la Orden y Mandato de San Miguel Arcángel, entre ellos tres mujeres investigadas en la causa conocida como de los 'Miguelianos', han negado los abusos sexuales y haber sido "vejadas, humilladas ni manipuladas" por el líder, Miguel Rosendo, al que han definido como "un padre de familia inocente". Así lo han trasladado en una rueda de prensa en Pontevedra, la primera que ofrecen desde que se inició el proceso judicial, en la que han mantenido que la causa es "un montaje" y han acusado al sacerdote y asistente eclesiástico de la Orden, Isaac de Vega, de estar detrás de estas acusaciones que, en su opinión, buscaban "destruir la asociación" y "conseguir poder".
En este marco, han considerado que De Vega usó "su condición de sacerdote para difundir todo este montaje" y "está manipulando" a sus padres; quienes antes de la detención de Miguel Rosendo y Marta Paz en diciembre de 2014, denunciaron estos hechos públicamente --lo que las mujeres han tildado de "linchamiento mediático"--.
"Destruyó la Orden, matrimonios y nuestras vocaciones religiosas. Isaac es quien ha utilizado a nuestros familiares para construir este gran montaje", han remarcado, mientras otro consagrado, Gabriel Mosquera, ha añadido que a los padres "les han engañado".
En cuanto a los demás exmiembros de la Orden que han avalado algunos de los delitos por los que se sigue la causa, Ivana Lima ha señalado en referencia a su hermana Sandra y a su marido Esteban que "es inexplicable" y ha apuntado a que De Vega les "estaba empujando a ir en contra" de Rosendo y del resto de miembros de la asociación.
MARTA PAZ: "HE SIDO VIOLADA EN MI DIGNIDAD"
"Nunca he tenido relaciones sexuales completas, ni parciales, ni consentidas ni sin consentir, con Miguel Rosendo ni con nadie", ha asegurado Marta Paz, que ha lamentado que está procesada en la causa "como una de las mayores víctimas de esos abusos que jamás ocurrieron". "Si alguien puede decirlo, soy yo", ha sellado.
A mayores de estar investigada por asociación ilícita, ha recordado que fue detenida en diciembre de 2014 junto a Miguel Rosendo y ha sido "presentada como su brazo derecho". No obstante, ha mantenido que, después de años de instrucción, nadie la ha acusado a ella "personalmente de nada".
Así, ha censurado que ha tenido que presentar un peritaje psicológico "para demostrar que --está-- en plenas capacidades mentales", así como un peritaje ginecológico. "Yo sí soy víctima, sí he sido violada en mi dignidad de mujer y de consagrada a Dios, por las personas que han organizado este montaje", ha sentenciado.
IVANA LIMA: "NO ERA UNA SECTA"
En la rueda de prensa también ha comparecido Ivana Lima, superiora de las consagradas de la Orden, que, tras aclarar que no son "pseudo-monjas", ha recalcado que aunque aparece "como una víctima de abusos y ejecutora de tales, no son verdad", y tampoco ha sido "abducida ni manipulada".
De hecho, ha defendido que la asociación no era una secta, y ha apuntado que "cuando empezó a construirse este montaje", fueron a ver al obispo y éste les "obligó a guardar silencio", por lo que no pudieron "denunciar las mentiras que se están construyendo".
En relación con ello, ha manifestado que "por desgracia han sido --sus-- propios padres los que han emprendido este proceso judicial". Así, ha considerado que, "alentados por De Vega, se prestan a esta mentira: Es el orgullo de unos padres ávidos de dinero que nunca fueron lo que debieron ser, y quieren ganarse su jubilación con la posible indemnización".
Acto seguido, ha aseverado que De Vega sí la "coaccionó" a ella, a Miguel Rosendo y "a los miembros de Orden", a los que "impuso sus normas y criterios". "Me agredió físicamente en dos ocasiones, me insultó muchas veces y me acosó psicológicamente", ha sostenido, tras lo que ha criticado que siga "vestido de sacerdote".
IRIA QUIÑONES: "ESTAMOS AQUI PARA DECIR BASTA"
Iria Quiñones, segunda superiora de las consagradas, ha explicado que la Orden estaba reconocida por la Iglesia, y ha coincidido en que "Isaac de Vega decidió destruir la asociación", para lo que "llevó al obispo denuncias falsas" que derivaron en una visita canónica. "Nos mintieron a todos sobre el motivo de la visita, y nos impidieron el derecho a defendernos", ha recalcado, a colación de lo que ha dicho que tampoco les trasladaron las acusaciones. En este contexto, ha asegurado que sufrían una "presión cada vez mayor", por lo que acudieron al obispo, "pero no hizo nada".
En este contexto, ha denunciado que "la acusación de secta ha servido para acallar --sus-- voces: Se parte de la base de que lo que dices no vale nada porque estas abducido". "Estamos hoy aquí para decir basta y decir la verdad: Miguel Rosendo es inocente y todo esto es un montaje", ha remachado.
TRES SACERDOTES APOYAN A ROSENDO
En el acto también han estado presentes tres sacerdotes que apoyan a Miguel Rosendo, Juan Luis Castón, Eduardo Lostao y José Ignacio Martín, quienes, aunque no pertenecían a la Orden, atendían a sus miembros y defienden que "Miguel es inocente, las consagradas no eran pseudo-monjas y la Orden no era una secta destructiva y satánica".
También ellos han culpado de lo ocurrido a Isaac de Vega, porque "no ha contado la verdad al obispo ni a los demás sacerdotes a los que ha contaminado, ni al investigador privado, ni en los medios de comunicación, ni a la Guardia Civil, y por si fuera poco, no ha contado la verdad en sede judicial". "Sin él no sería posible sostener el procedimiento judicial", han apostillado.
En este sentido, han agregado que "esta bola de nieve se inició por una investigación teledirigida con el único fin de apartar a Rosendo y destruir a la asociación"; por lo que han reclamado la libertad de Rosendo" y, en todo caso, han avanzado que van a continuar denunciando la situación "hasta que su inocencia sea probada y reconocida públicamente".
De hecho, los sacerdotes han incidido en que por la "obligación de destapar esta injusticia", trasladaron estas cuestiones a distintos obispos y al Papa, pero no han obtenido respuesta. Finalmente, han mantenido que hay más sacerdotes que respaldan a Rosendo pero prefieren no exponerse públicamente.
LA ORDEN EN LA ACTUALIDAD
La Orden llegó a tener unos 400 seguidores en su momento álgido y tenía su centro de operaciones en un chalet en Santa María de Oia (Pontevedra). En la primavera de 2014 sus integrantes fueron expulsados por las autoridades eclesiásticas, y un grupo reducido se trasladó a dos sedes en Madrid.
Miguel Rosendo y Marta Paz fueron detenidos el 11 de diciembre de 2014 en Madrid, tras lo que él fue enviado a prisión y ella quedó investigada con obligación de comparecencias semanales. Días después, el obispo de Tui-Vigo, Luis Quinteiro Fiuza, firmó el decreto de supresión de la Orden y Mandato.
A día de hoy, han indicado que de las 20 consagradas que había, 18 siguen en contacto y 12 viven en común en Madrid, donde siguen trabajando en una residencia de ancianos. Además, durante un tiempo constituyeron la asociación La Voz del Serviam, que era un grupo musical pero que ya no existe porque las autoridades eclesiásticas hicieron "que nadie --les-- recibiese".
Los consagrados han negado todos los delitos que se investigan, y sobre los delitos económicos en concreto, han remarcado que la asociación era "sin ánimo de lucro", y Miriam Lima (hermana de Ivana y esposa de Cristian, el hijo de Rosendo) ha apuntado que el chalet de Oia en el que vivían algunos miembros de la Orden "lo hicieron --sus-- suegros con su sudor" y "nadie les dio dinero".