Cáritas atendió el año pasado a 2,17 millones de personas en España, en línea con el anterior, y de ellas, un 53% estaban en hogares donde alguien tenía trabajo, y el 62% vivía en barrios en buenas condiciones, lo que implica por un lado, que el crecimiento de la pobreza, que está dispersa, se estanca, y, por otro, el empleo no necesariamente sirve para erradicarla.