El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha calificado este año como "el peor" en cuanto a incendios forestales, con más de 165.000 hectáreas quemadas, y ha avanzado que habrá "muchas dificultades" para recuperar todo el patrimonio natural arrasado. "Ha sido un verano terrible porque se han dado todos lo factores negativos que podrían confluir; un otoño con una durísima sequía, una primavera sin lluvia, un verano con temperaturas muy altas, humedad muy baja y vientos fuertes", ha señalado Arias Cañete en rueda de prensa tras presentar el Perfil Ambiental de España 2011.
El ministro ha subrayado también que sólo el 5 por ciento de los incendios han tenido su origen en causas naturales, mientras que otros muchos se han desencadenado por la noche "cuando los medios aéreos no pueden actuar", y eso -ha dicho Cañete- "no es una casualidad", sino que se debe a un fuego intencionado.
Por ello, ha anunciado una reforma del Código Penal con el objetivo de reformar la definición de tipos penales, endurecer las penas y modificar la forma de enjuiciar estos delitos.
El titular de Medio Ambiente ha avanzado que el Gobierno está trabajando en un decreto-ley para catástrofes naturales e incendios forestales y ha indicado que recurrirán a la ayuda del Fondo de Solidaridad de la UE para paliar los daños causados por el incendio de La Gomera, como ya hicieron en el caso de Valencia.
El ministerio está a la espera de recibir la evaluación del consejero andaluz de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Luis Planas, sobre los daños que el fuego ha causado en ese territorio porque -ha explicado- las normas del Fondo de Solidaridad "son muy restrictivas". "Si tuviera encaje lo tramitaríamos con las otras peticiones", ha asegurado. "Yo pienso ir con el secretario de Estado a ver al comisario responsable y explicarle, no sólo el caso de estos dos incendios, sino la situación global de España, cuando no ha terminado aún la campaña de incendios y que globalmente considerados tienen un impacto muy fuerte", ha afirmado.
Cañete ha advertido de que habrá "muchas dificultades" para recuperar todo el patrimonio forestal "destruido por la acción de unos bárbaros", que también "ponen en riesgo la vida de ciudadanos y de quien extingue un incendio".
"Hemos tenido bajas en las brigadas, pero también hay ciudadanos que han perdido la vida en estos incendios, sobre todo porque el urbanismo en nuestro país lleva a que existan urbanizaciones diseminadas en zonas forestales que no sólo complican la extinción, sino que ponen en riesgo a las poblaciones", ha lamentado.
Además, ha anunciado que al término de la campaña de verano el ministerio convocará a los jefes de extinción de incendios de todas las comunidades autónomas que han participado sobre el terreno para analizar el funcionamiento de los dispositivos de extinción y estudiar qué se puede mejorar.
También convocará a los consejeros autonómicos responsables de las políticas de extinción para estudiar qué medios de detección más sofisticados se pueden poner en marcha para detectar rápidamente cualquier incendio forestal.