Documentos de la CIA divulgados esta semana confirman la existencia en el desierto de Nevada de la base militar conocida como Área 51, que durante la Guerra Fría sirvió para probar los aviones espía U-2 y otros modelos, capaces de volar a gran altura y cubrir distancias muy largas.
Los documentos obtenidos por la Universidad George Washington incluyen la primera referencia oficial conocida sobre el sitio, creado por una orden del presidente Dwight Eisenhower a mediados de la década de los 50.
La existencia del Area 51 no ha sido un secreto, pero el hecho de que el gobierno nunca reconociera su existencia y el que desde allí se realizaran misiones de prueba con aviones cuya estructura no tenía precedentes generó un sinfín de teoría de conspiración, incluida la existencia de tecnología de origen extraterrestre.
Esas teorías sostienen, entre otras cosas, que se trasladaron al Area 51 los restos de una supuesta nave extraterrestre que se habría estrellado en Roswell, Nuevo México, en julio de 1947.
Los documentos recién divulgados muestran que el propósito del Area 51 fue probar aviones para espionaje, capaces de volar a gran altura y cubrir distancias muy largas.
Buena parte del material divulgado por la Universidad George Washington ya era conocido para los estudiosos como el autor británico Chris Pocock quien, en un comentario distribuido por la NSA señaló que “casi toda la información ahora revelada ya estaba en mis libros.
“Pero el hecho de que el Area 51 se menciona en un documento ahora disponible para el público, es notable”, añadió Pocock.
En abril de 1955 los oficiales militares que planificaban el desarrollo de un avión espía sobrevolaron el desierto de Nevada en busca de un sitio adecuado para las pruebas secretas y avistaron lo que parecía ser una pista de aterrizaje en un salar llamado Groom Lake, indicó la NSA.
El área se había usado durante la II Guerra Mundial como polígono para la artillería aérea y se eligió el sitio para la prueba de los aviones espía U-2 y la instrucción de sus pilotos.
Las primeras pruebas de U-2 ocurrieron en agosto de 1955 y en ese sitio se probaron otros aviones espía como el A-12 y el D-21.
Los aviones U-2, cuyo propósito era espiar a la ahora desaparecida Unión Soviética, todavía son utilizados por la Fuerza Aérea estadounidense.
El área en el desierto de Nevada permanece cercada y su espacio aéreo está vedado a las aeronaves civiles.