La Basílica de San Pedro ha sido abierta en torno a las 13,20 horas de este domingo para que los peregrinos veneren el féretro de Juan Pablo II, que se encuentran en el Altar de la Confesión.
Después de que Benedicto XVI haya venerado a su vez el ataúd de Juan Pablo II y tras pasar también los jefes de Estado y las delegaciones extranjeras ante el féretro, los voluntarios han comenzado a dar paso a los peregrinos, que forman una cola que llega ya hasta la mitad de la Plaza de San Pedro y a la que no cesan de unirse fieles que desean rendir su particular homenaje al nuevo beato.
Según destacó el portavoz de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, la Basílica se cerrará en torno a las 05,00 horas de este lunes, para permitir que todos los peregrinos que lo deseen puedan pasar ante el féretro.