Los hechos denunciados relativos a delitos de odio en la Comunidad de Madrid se elevaron hasta los 171 el año pasado, 12 más que los registrados en 2015, según datos del Informe sobre incidentes relacionados con delitos de Odio publicado recientemente por el Ministerio del Interior.
Concretamente, se contabilizaron en la región 8 delitos de odio contra las creencias o prácticas religiosas (6 en 2015), 23 contra personas discapacitadas (28 e 2015), 1 contra indigentes (1), 42 por orientación o identidad sexual (19), 26 por cuestiones ideológicas (19) y tres por discriminación por razones de sexo o género (1).
El informe también recoge que se han registrado 160 víctimas, 72 detenidos o investigados y 104 hechos esclarecidos.
En toda España el estudio revela que, aunque el total de estos delitos se ha reducido en un 4,2% con respecto a 2015, ha aumentado la discriminación por motivo de discapacidad (en un 15,9%), orientación sexual (36,1%) y género (70,8%).
LGTBIFOBIA
Precisamente, el delito de odio que más ha subido respecto al año precedente en la Comunidad de Madrid ha sido el de homofobia, bifobia o transfobia, que ha pasado de 19 a 42. Un informe del Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia publicado en febrero reveló que el año pasado hubo 240 incidentes homófobos (no sólo delitos), con 316 víctimas.
Entre ellos, destacaron 59 agresiones físicas (6 muy graves), 77 verbales, 20 situaciones de acoso, una agresión sexual, 31 episodios de amenazas y 4 expulsiones de locales. Sólo 59 acabaron en denuncia. Es decir, tienen anotados 17 denuncias más que el Ministerio del Interior.
Desde el Observatorio creen que la percepción de que hay más agresiones al colectivo LGTB "es real y no es fruto de que haya más denuncias que antes". "Nos sigue costando muchísimo convencer a las víctimas de que es muy necesario presentar una denuncia", señalaron los responsables del informe, de la asociación Arcópoli.
"La expansión del discurso de odio y de los ataques motivados por LGTBfobia en Internet son un elemento de creciente preocupación, alcanzando niveles de ataques coordinados, acoso, hostigamiento, amenazas de muerte y señalamiento público a diversas personas y organizaciones LGTB y activistas de derechos humanos. La actuación judicial ante estos delitos a través de la red aún deja mucho que desear, siendo necesaria una mayor concienciación de que el discurso de odio precede al delito", indican también.
Los responsables aseguran que continúa existiendo un grave problema de infradenuncia de este tipo de infracciones, ya que sólo uno de cada cuatro casos recogidos por el Observatorio ha acabado siendo conocido por la Policía y/o la Fiscalía. Sin embargo, la tasa de denuncia ha aumentado sustancialmente en el segundo semestre de 2016, indicando que la percepción y confianza de las víctimas en el instrumento de la denuncia está aumentando. No obstante, en este 2016 se ha dado una sentencia con un caso relacionado con delitos de odio.