La crisis ha disparado el número de pisos-patera en Madrid. No sólo se alquilan habitaciones, sino hasta trozos de pasillo. Se calcula que en la comunidad hay unos 40.000 pisos-patera, las zonas en que encontramos un mayor número son Lavapies, Vallecas y Carabanchel.
Suele suceder que cuanto peor es el espacio habitable, mayor es el número de personas alojadas. Estas condiciones infrahumanas en las que vive la gente en estas casas puede provocar problemas de higiene, suciedad, molestias por ruidos continuos...
Todo ello está generando graves problemas de convivencia, estar al lado de un piso habitado por 20 o 40 personas puede convertirse en una pesadilla. Además, el hacinamiento puede favorecer la propagación de enfermedades entre aquellos que comparten vivienda, como consecuencia de la falta de higiene, lo que supone un peligro para la convivencia.