La entrega de agua a través de asteroides o cometas probablemente está teniendo lugar en muchos otros sistemas planetarios, tal como sucedió en la Tierra, según sugiere una nueva investigación. Publicado por la Real Sociedad Astronómica y dirigido por la Universidad de Warwick, en Reino Unido, el trabajo halla evidencia de que numerosos cuerpos planetarios, incluyendo asteroides y cometas, contienen grandes cantidades de agua.
Los resultados de la investigación, que se detallan en un artículo publicado en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society añaden más apoyo a la posibilidad de que pueda llevarse agua a planetas similares a la Tierra a través de estos organismos para crear un entorno adecuado para la formación de vida.
"Nuestra investigación ha encontrado que, en lugar de ser únicos, asteroides ricos en agua similares a los encontrados en nuestro sistema solar parecen ser frecuentes. En consecuencia, muchos de los planetas pueden haber contenido un volumen de agua, comparable al de la Tierra", afirma el investigador principal, Roberto Raddi.
"Se cree que la Tierra era inicialmente seca, pero nuestra investigación apoya firmemente la opinión de que los océanos que tenemos hoy fueron creados como resultado de impactos de cometas o asteroides ricos en agua", añade este miembro del Grupo de Astronomía y Astrofísica de la Universidad de Warwick.
En observaciones obtenidas con el Telescopio William Herschel en las Islas Canarias, astrónomos de la Universidad de Warwick detectaron una gran cantidad de hidrógeno y oxígeno en la atmósfera de una enana blanca (conocida como SDSS J1242 + 5226). Las cantidades detectadas proporcionan la evidencia de que un exo-asteroide rico en agua fue perturbado y finalmente entregó el agua que contenía en la estrella.
El asteroide, según descubrieron los investigadores, era comparable en tamaño a Ceres, de 900 kilometros de ancho, el asteroide más grande del Sistema Solar. "La cantidad de agua hallada en SDSS J1242 + 5226 es equivalente a entre un 30 y un 35 por ciento de los océanos de la Tierra", explica Raddi.
El impacto de asteroides o cometas ricos en agua en un planeta o enanas blancas resulta en la mezcla de hidrógeno y oxígeno en la atmósfera. Se detectaron ambos elementos en grandes cantidades en SDSS J1242 + 5226.
"El oxígeno, que es un elemento relativamente pesado, se hundirá en el fondo con el tiempo y, por lo tanto, un tiempo después de que termine el evento perturbante, ya no será visible", detalla el profesor Boris Gõnsicke, también de Warwick.
"Por el contrario, el hidrógeno es el elemento más ligero, por lo que siempre permanecerá flotando cerca de la superficie de la enana blanca, donde se puede detectar fácilmente. Hay muchas enanas blancas que tienen grandes cantidades de hidrógeno en sus atmósferas y este nuevo estudio sugiere que esto es evidencia de que los asteroides o cometas ricos en agua son comunes alrededor de otras estrellas como el Sol", añade.