Desde anoraks a calcetines y, por supuesto, guantes. Es la ropa de invierno que está arrasando en tiendas y mercadillos, sobre todo en el norte de España, donde los temporales de frío y nieve no dan tregua.
Se trata de prendas que empezaron llevando los motoristas, pero que ahora también compran ciudadanos que van a pie.