Arranca la temporada de carreras en el Hipódromo de La Zarzuela

  • Inaugurará este domingo las competiciones que se amplian hasta el 6 de diciembre
  • El objetivo es convertirlo en un "centro de referencia de ocio de calidad" de la Comunidad de Madrid

El Hipódromo de la Zarzuela inaugurará el próximo domingo la temporada de carreras que se amplia hasta el 6 de diciembre, con el objetivo de convertirlo en un "centro de referencia de ocio de calidad" de la Comunidad de Madrid.

Así lo han asegurado la presidenta del Hipódromo, Faina Zurita, y el director comercial de este recinto madrileño, Alberto Escribano, durante la presentación de la temporada 2013, que incluye "un plan de ocio completo, variado y divertido", para el disfrute del tiempo libre en familia y amigos.

En esta ocasión, el plan incorpora propuestas lúdicas para todos los públicos, un espacio de diversión infantil, una pantalla gigante, una oferta de restauración renovada con marcas reconocidas, e importantes novedades que añadirán, en palabras de sus responsables, emoción y vistosidad a las carreras de caballos.

Estas iniciativas se enmarcan en un nuevo modelo de gestión implantado en 2012 en el Hipódromo de La Zarzuela, cuyo fin es impulsar el impacto económico y laboral del Turf en el propio sector de carreras de caballos, para que además éste revierta, de manera especial, en la Comunidad de Madrid.

El Hipódromo propondrá cada mes a los visitantes diferentes propuestas de ocio y gastronomía durante la temporada, con el fin de que cada jornada de carreras ofrezca un atractivo distinto con respecto a la anterior.

Actividades lúdicas ligadas a temas que interesen -como conciertos, exposiciones, días temáticos sobre las grandes ciudades del mundo-, un espacio infantil con hinchables y un área acotada con juegos para los más pequeños, o la nueva oferta gastronómica son algunas de las propuestas.

El Hipódromo de La Zarzuela, situado en el "pulmón verde" más importante de Madrid, forma parte del Patrimonio Histórico Nacional y sus tribunas están consideradas como una de las obras maestras de la arquitectura madrileña del siglo XX.