El buque Aquarius continua su travesía hacia la localidad española de Valencia junto a los barcos Dattilo y Orione, según ha confirmado la organización no gubernamental SOS Mediterranée a través de Twitter. Además de las 106 personas que viajan en el Aquarius, otros dos barcos italianos, uno de la armada y otro de los guardacostas, transportan al resto de rescatados hacia Valencia, donde llegarán el sábado por la tarde o durante la noche.
Migrantes y tripulación se enfrentarán esta noche a olas de hasta 4 metros por el empeoramiento de las condiciones metereológicas, según explicó este miércoles David Beversluis, trabajador de MSF a bordo del Aquarius. "Disponemos de medicamentos para tratar mareos y vómitos", señaló, e insistió en que "aún así, un viaje tan largo en estas condiciones resulta difícil y sobre todo innecesario". A su juicio, el barco puede disponer de "un puerto seguro mucho más cerca", con lo que parar allí "sería lo mejor", en lugar de viajar durante casi cuatro días hasta Valencia.
Precisó que las 106 personas que viajan en el Aquarius son las más vunerables de los 629 rescatados. Se trata "de menores, embarazadas y mujeres con niños".
Beversluis agradeció al Gobierno español "el gesto"de ofrecer sus puertos al Aquarius , pero insistió en que "no es la mejor opción". "La mejor opción habría sido desembarcar a la gente en un puerto más cercano", recalcó.
El representante de MSF a bordo del Aquarius apuntó que la actitud que el Gobierno italiano ha mantenido todo este tiempo "es una vergüenza". Agregó que los rescatados por el Aquarius "tienen derechos humanos, como todas las personas del mundo, especialmente las rescatadas del mar" y, sin embargo, se les utiliza como "peones en un juego político".Deben ser tratados con respeto y dignidad" y, aunque todos se encuentran estables, necesitan recibir cuidados y llegar a puerto seguro cuanto antes.
Médicos sin Fronteras (MSF) rechazó el ofrecimiento del vicepresidente Matteo Salvini de dejar en Italia a las mujeres embarazadas que viajan a bordo del Aquarius porque "no queremos separalas de sus familias", y el Gobierno italiano no permitía a nadie más desembarcar en sus puertos.
La ONG SOS Méditerranée informó en su cuenta de Twitter de que ha hecho una parada breve en la localidad siciliana de Mazzarra (sur) para recoger suministros para el viaje, que se prevé que dure cuatro días, por lo que llegaría al litoral español el próximo sábado.
A su llegada la Generalitat Valenciana ubicará en la antigua sede de la Copa América del puerto de Valencia la base logística que coordinará la llegada y acogida de las 630 personas a bordo del buque Aquarius y de las otras dos embarcaciones, que amarrarán en alguno de los tres puertos que utilizan habitualmente los cruceros.
La vicepresidenta de SOS Mediterranée, Sophie Beau, ha reconocido durante la jornada que la solución alcanzada "no es la mejor para las personas rescatadas" pero al menos es un "alivio" ya que se ha encontrado una opción para que puedan desembarcar. "Sin embargo, el viaje no ha terminado y las personas rescatadas deberán navegar otros 1.500 kilómetros antes de llegar a puerto seguro" en Valencia, ha resaltado. Asimismo, ha subrayado que mientras esto ocurre "la gente sigue huyendo de Libia mientras el Aquarius está lejos de la zona de búsqueda y rescate en el Mediterráneo Central y los medios de rescate son totalmente insuficientes".
BORRELL ESPERA QUE LA DECISIÓN DE ESPAÑA GENERE UN ELECTROSHOCK EN LA POLÍTICA MIGRATORIA DE LA UE
El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell, no cree que la decisión de acoger el buque Aquarius y a los 629 migrantes que viajaban en él vaya a provocar un efecto llamada hacia España, pero sí espera que genere un "electroshock" que obligue a la UE a abordar la política migratoria de otra manera.
Borrell ha defendido que el efecto llamada hacia Europa es "estructural y permanente" y no se verá influido por esta decisión española. Además, ha dejado claro que lo que se ha hecho con el Aquarius, trasladar un barco más de 1.500 kilómetros desde donde rescató a los inmigrantes, tampoco puede ser una solución permanente, y no ha querido adelantar qué haría el Gobierno si surgiese otro caso parecido.
Su objetivo, ha dicho, es que en el Consejo Europeo del 28 de junio se ponga sobre la mesa la reforma de la política migratoria europea pero no como un mero trámite. La UE, ha recalcado, tiene que ser consciente de que si se eliminan las fronteras interiores las exteriores tienen que ser fronteras verdaderamente comunes, y actuar en consecuencia. A su modo de ver, el futuro de Europa va a estar marcado por cómo gestione las migraciones, teniendo en cuenta la pirámide demográfica y la situación económica de Europa y de Africa.
SALVINI AGRADECE A LOS ESPAÑOLES SU BUEN CORAZÓN PERO RECUERDA QUE TIENEN UN AMPLIO MARGEN PARA LA SOLIDARIDAD
El ministro del Interior italiano y líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, pidió hoy acción a la Unión Europea ante el fenómeno migratorio "o que calle para siempre", y apostó por un eje con Alemania y Austria para revisar las reglas, durante su comparecencia en el Senado, tras prohibir el atraque del buque "Aquarius" con 630 migrantes a bordo, que ya se dirige a España.
Salvini repasó los hechos entre el domingo y el martes, cuando el barco viajó a España tras el rechazo de Italia y Malta, e indicó que su país "no puede ser el único que se ocupa" de la inmigración y "se hace cargo de los costes económicos y sociales que supone".
Reiteró su deseo de cambiar la política migratoria de la UE y señaló que ha hablado con diversos colegas comunitarios. Entre ellos citó al ministro alemán del Interior, Horst Seehofer, con quien coincidió en "el hecho de que urge volver a razonar sobre las fronteras externas italianas como confines europeos", explicó. "Hay una atención sin precedentes y compete a nosotros jugar las cartas proponiendo, y no solo de forma negativa", defendió, para después apostar por el fin del denostado Reglamento de Dublín, que establece las normas para el reparto de inmigrantes en la UE.
Para eso avanzó que se propondrá "una iniciativa sobre el frente interno y externo" de la inmigración coincidiendo con la presidencia de Austria en el Consejo de la UE desde el próximo 1 de julio, y expresó su confianza de hacerlo con sus colegas en Berlín y Viena.
Salvini informó de que solo desembarcarán en Italia los inmigrantes rescatados por su Marina, pues es hora de que el "Estado vuelva a ser Estado", y rechazó que "organizaciones privadas financiadas por quién sabe quién impongan los tiempos y modos de la inmigración". El ministro expresó sus dudas cuando "la espontaneidad de toda esta generosidad" es financiada por la Open Society Foundations del magnate George Soros.
Al respecto del caso "Aquarius", Salvini dijo que "Italia no acepta lecciones de solidaridad y de humanidad de nadie" y agradeció "a los amigos españoles su buen corazón" por acoger el barco humanitario de la ONG francesa SOS Méditerranée y Médicos Sin Fronteras (MSF). Sin embargo, recordó que el Gobierno español de "Pedro Sánchez tiene amplio margen para ejercitar su solidaridad en las próximas semanas" ya que, agregó, "solo cuenta con cerca de 16.000 demandantes de asilo, mientras que en Italia hay 170.000".