Un programa escolar puesto en marcha en Estados Unidos, anima a los alumnos a adoptar un perro. La interacción entre ellos y el animal les enseña a ser más responsables y empáticos.
Es el caso de los alumnos de esta escuela neoyorkina, la Emily Dickinson School, y la perra Maisy.
Los perros son cuidadosamente seleccionados y examinados por un conductista antes de entrar en el programa.